- El director general de la división BDS de Atos agradeció. La división de big data y ciberseguridad (BDS), a menudo considerada la joya del grupo ATOS, ha según los desafíos perdió a su líder, Jean-Philippe Poirault. Este último fue nombrado en septiembre de 2019 para suceder a Pierre Barnabé. Le sustituye Philippe Oliva, que anteriormente ocupaba el cargo de director general adjunto de BDS. Esta entidad, que incluye en particular las actividades de Bull, despierta el apetito de varios actores, entre ellos Airbus y Thales. Este desalojo se produce en un contexto de crisis dentro de la empresa de servicios TI con el anuncio este verano de un plan para vender Tech Foundation a Daniel Kretinsky y una participación en Eviden. Un proyecto combatido por los accionistas minoritarios, pero también por los parlamentarios de LR, preocupados por el impacto de esta operación en temas sensibles como la defensa.

- Intel inaugura Fab 34 en Irlanda. El fundador anunció la puesta en marcha de la fábrica Fab 34 en Leixlip, Irlanda, para producir Meteor Lake y los próximos chips Xeon con el proceso de fabricación Intel4 (7 nm). Para ello Intel se apoya en la litografía EUV (ultravioleta extrema) desarrollada por la holandesa ASML. Las obras de construcción de la Fab 34 comenzaron en 2019 y el monto de inversión para esta fábrica asciende a 7 mil millones de dólares. Dentro de la fábrica, Intel planea entregar cinco nodos de proceso de fabricación en cuatro años.

- Licencias de juegos épicos. El editor del videojuego Fortnite (y del motor 3D Unreal Engine) ha anunciado un plan social que afecta a 830 personas, es decir, el 16% de su plantilla. El director ejecutivo, Tim Sweeney, señala en un mensaje que “gastamos mucho más dinero del que ganamos” para explicar estos recortes de empleo. Además, la empresa también venderá Bandcamp, una plataforma de distribución de audio en línea, y parte de la mayor parte de SuperAwesome, una solución de verificación de edad y consentimiento de los padres. La editorial también aprovecha la oportunidad para relanzar las hostilidades contra Apple ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Impugna el gravamen del 30% sobre todos los ingresos generados por los teléfonos inteligentes y el sistema de pago propio de la compañía de Cupertino en las aplicaciones.