La onda expansiva que siguió a los anuncios de Broadcom sobre estrategia, política de precios y cartera de productos, ventas indirectas en VMware continúa propagándose. Las empresas afectadas están desarrollando diferentes escenarios de migración y Gartner, en su Hype Cycle sobre infraestructuras de centros de datos (por suscripción), acaba de añadir uno que llama “desvirtualización”.

Índice
  1. Un fenómeno marginal en ciernes
  2. Revirtualización, una tendencia a tener en cuenta

Un fenómeno marginal en ciernes

La firma de investigación señala que "a medida que los proyectos de virtualización pasan de las licencias empresariales (ELA) a licencias perpetuas "En el caso de las ofertas empaquetadas y de las nuevas relaciones núcleo/socket, los costes pueden multiplicarse por dos o tres". Este aumento es difícil de aceptar para determinadas cargas de trabajo de gran tamaño que "no se benefician de un aumento de la densidad y de los mismos ahorros que la consolidación de cargas de trabajo más pequeñas".

La tentación de migrar los sistemas virtuales a servidores físicos dedicados (bare metal) es grande. Gartner considera que esta operación puede resultar útil, pero advierte del coste de adquisición y de la complejidad de explotación de estos sistemas. La "desvirtualización" sigue siendo marginal por el momento, ya que afecta únicamente al 1% de las empresas. El estudio estima que harán falta entre 5 y 10 años para alcanzar cierta madurez en este ámbito.

Revirtualización, una tendencia a tener en cuenta

Entre otros escenarios que baraja Gartner, está la “revirtualización” o cambio de hipervisor, que afectaría a entre el 5 y el 20% de las empresas. En el pico del Hype Cycle, esta tendencia se aceleró con Cambio de licencia de VMware“La revirtualización se lleva a cabo normalmente para abordar una brecha técnica o un riesgo comercial o de viabilidad de un proyecto”, señala Gartner. Hay varias alternativas disponibles (consulte Nuestro archivo sobre este tema).

La firma añade que esta política debe ser considerada con cuidado, ya que podría "incrementar el TCO (costo de propiedad), integrar herramientas de administración y gestión inmaduras, crear una carga operativa adicional o problemas de confiabilidad". A pesar de estos riesgos, el riesgo vale la pena, según la firma, porque estos proyectos "tienen como objetivo compensar la exposición a mayores auditorías y problemas contractuales relacionados con la adopción de modelos de suscripción de los proveedores actuales".