El portal electrónico de ventanilla única para trámites comerciales se está convirtiendo en un fiasco. Esta es la opinión del Tribunal de Cuentas, que llevó a cabo una auditoría rápida después de varios fallos de funcionamiento del sitio durante el año 2023. Si el título del informe de la jurisdicción financiera es benévolo “un proyecto que hay que asegurar”, el contenido denuncia numerosos problemas y es pesimista sobre el futuro.

Abierto el 1ejem enero 2023 y creada por el INPI, esta plataforma tiene como objetivo reunir todos los trámites vinculados al ciclo de vida de las empresas. Reúne los recursos de una decena de organizaciones diferentes. Lo cierto es que los primeros pasos del portal fueron caóticos y con varias dificultades: “complicaciones técnicas en el cumplimiento de los trámites, especificidades funcionales del portal, imposibilidad de validar sus trámites, no transmisión de los mismos,…” se puede leer en el informe . Y añade que “esta situación ha penalizado gravemente a las empresas, sobre todo porque el sistema de asistencia al usuario ha demostrado ser insuficiente”.

Índice
  1. Un calendario inalcanzable y un desvío presupuestario y de recursos humanos
  2. Gobernanza catastrófica y perspectivas sombrías

Un calendario inalcanzable y un desvío presupuestario y de recursos humanos

Para explicar estos problemas, el Tribunal de Cuentas señala dos motivos de esta sucesión de inconvenientes. El primero es la elección de un calendario irrealizable, subrayando que no se ha realizado ningún estudio de impacto. El resultado, a nivel técnico, es una reorientación que pasa de la evolución de un EI existente a la creación de una base ex-nihilo. «Ya en otoño de 2020 quedó claro que el objetivo de abrir la ventanilla única para las empresas en el 1ejem Enero de 2023 era insostenible”.

El informe observa que el alcance del proyecto ha evolucionado considerablemente para incluir, además de las empresas, asociaciones, gestores de copropiedad, organizaciones profesionales, sindicatos, etc. Una carga adicional que moviliza recursos humanos. El INPI a cargo del proyecto aumentó de 5 FTE en 2020 a 21 en 2023 para desarrollo y de 25 FTE en 2022 a 55 en 2023 para asistencia. Sin dar cifras, el Tribunal de Cuentas señala que “las dificultades encontradas para poner en funcionamiento las herramientas han generado costes adicionales para el INPI y otras partes interesadas”. El presupuesto inicial se estimó en casi 50 millones de euros.

Gobernanza catastrófica y perspectivas sombrías

El segundo punto planteado por los sabios de la calle Cambon es la gestión del proyecto, “muy alejada de los estándares en este ámbito”. De hecho, se creó un comité directivo a nivel interministerial, pero ha ido evolucionando con el tiempo. Además, el INPI, director del proyecto, ha creado por su parte una unidad de directores de proyecto, pero sin integrar a las organizaciones asociadas en los trámites. Fue en junio de 2023 cuando se rectificó esta gobernanza, demasiado tarde para esperar tener un impacto en la gestión del proyecto.

En términos de perspectiva, el Tribunal de Cuentas las ve bastante sombrías. “No se puede excluir que el plazo del 1ejem Enero de 2024, para el uso de la única ventanilla única para realizar trámites, estará marcado por importantes disfunciones. Añade que “las empresas sólo podrán detectar anomalías graves en 2024”. Los sabios concluyen con una frase concisa: “Las consecuencias de una reforma insuficientemente preparada y mal realizada podrían sentirse durante varios años sin haber aportado a las empresas la simplificación esperada”. Continuará...