Es difícil encontrar un terreno más difícil que Suiza para la construcción de ferrocarriles. El país está formado casi exclusivamente por montañas, la mayoría de las cuales ya están atravesadas por túneles y puentes, como el famoso queso del país. Esta red ferroviaria es la más densa de Europa, hasta el punto de que ya no es posible ampliarla. Todas las superficies utilizables para este fin ya están utilizadas. "Solo nos queda una solución", recordó Jochen Decker, director de TI de CFF en los Días de Estrategia de TI de Hamburgo. "Optimizar". Un enfoque que es aún más necesario porque la empresa prevé un aumento del número de pasajeros de entre el 30 y el 40 por ciento en 2034 en comparación con la actualidad.

Mil millones de euros para programas de optimización

A diferencia de su homóloga alemana, Deutsche Bahn, los Ferrocarriles Federales Suizos son un grupo integrado que reúne todas sus actividades (transporte de pasajeros y mercancías, infraestructura, bienes inmuebles) bajo un mismo techo, lo que facilita la planificación e implementación de inversiones e innovaciones.

Desde hace varios años, SBB ya está desarrollando tres programas de optimización que se extenderán hasta 2027 y que supondrán un coste de unos mil millones de euros. El primer programa, denominado gestión del tráfico, pretende hacer un mejor uso de las líneas, en particular reduciendo las distancias entre trenes. El segundo se centra en la planificación de la producción para poder recorrer más kilómetros con los mismos recursos humanos y materiales y, de este modo, garantizar que los trenes permanezcan parados el menor tiempo posible y que los mecánicos dediquen el mayor tiempo posible a la conducción. Por último, el tercer programa, denominado gestión de activos, pretende reducir el desgaste de los equipos y hacer un mejor uso de los talleres.

IA para mantenimiento predictivo

De los mil millones de euros asignados, solo veinte millones se destinan a la IA. "Esto nos abre posibilidades que antes no teníamos", afirma el CIO, que lleva cinco años ocupándose de este tema por gusto personal y en beneficio de SBB. La tecnología interesa a la empresa por su potencial, pero también por sus bajos costes, por ejemplo para el mantenimiento de ejes y orugas.

Gracias a la monitorización continua del desgaste de las ruedas mediante cámaras y sensores y al análisis de los datos obtenidos, SBB puede predecir con gran precisión cuándo es necesario sustituir una rueda. Para ello, comparan esta predicción con los datos sobre la carga de trabajo del taller y aplican un verdadero enfoque de mantenimiento predictivo. De esta forma, el taller no sustituye la rueda ni demasiado pronto ni demasiado tarde, ya que dispone del tiempo y los recursos necesarios para hacerlo en el momento justo. "La condición esencial para que esto funcione es disponer de datos de alta calidad", afirma Jochen Decker. Sin embargo, esto no requiere un gran presupuesto, al menos para la IA. El proyecto de mantenimiento predictivo costó menos de 300.000 euros.

La organización funciona de un modo muy similar para el mantenimiento de las vías. Un vehículo equipado con cámaras y dedicado a la medición recorre estas vías a 120 km/h para evaluar su estado, algo que no es nada trivial, según el CIO. "Cuando se detecta una grieta durante un viaje de medición, siempre surge la pregunta: ¿es la misma grieta que la observada el día anterior o una nueva que quizás esté a solo cinco centímetros de la primera?" En este caso, es la IA la que ayuda a distinguir entre las dos grietas.

¿Qué tren circulará y hacia dónde?

El tercer ejemplo de uso de la IA por parte de los Ferrocarriles Federales Suizos es la gestión de operaciones y la optimización del uso de las vías ferroviarias. Porque encontrar la respuesta a la pregunta: "¿Qué tren utilizar y por dónde?" es especialmente complejo. Un usuario que quiera cruzar Suiza en tren puede elegir entre 10.54 rutas diferentes. ¡Una tarea ideal para la IA! Planificar eficientemente las capacidades de transporte con IA es obviamente mucho más barato que construir nuevos túneles y nuevas vías, lo que de todos modos ya no sería posible debido a la saturación de las zonas en Suiza.