El reparto de costes de red, o fair sharing como lo llaman los operadores de red, está en la agenda del MWC de Barcelona. El comisario europeo de Mercado Interior, Thierry Breton, aprovechó el evento para esbozar los ejes estratégicos que formarán la base de la futura Ley de Redes Digitales. Esta ley se desarrolló en respuesta a la consulta pública de la UE sobre el reparto de costes de red del año pasado. Al comienzo del evento, los ejecutivos de los operadores habían pedido la colaboración en materia de costes con otros actores del mercado de TI. En primer lugar, Breton analizó las diferentes tecnologías disruptivas que se exhibirán en el MWC 2024 y lo que tienen en común: la dependencia de una infraestructura robusta y segura, “una nueva arquitectura donde convergen las telecomunicaciones, la nube y las infraestructuras de borde”.
Sin embargo, para el comisario europeo, las redes actuales no están a la altura y se necesitarán casi 200.000 millones de euros en los próximos seis años para completar el despliegue del 5G y la fibra. Del mismo modo, el marco regulatorio diseñado hace dos décadas en la época de las redes de cobre no está adaptado a las nuevas necesidades. Por ello, el ejecutivo bruselense presentó hace unos días las bases de la Ley de Redes Digitales, que se basa en tres pilares: la inversión en investigación y despliegue tecnológico, la creación de un auténtico mercado único digital con su propio marco regulatorio y la protección de las infraestructuras de red. "Es hora de cambiar el ADN de nuestras infraestructuras de conectividad", afirmó Breton.
Invertir en liderazgo tecnológico
"Europa ya es una potencia en materia de investigación y tecnología. Ahora debemos invertir en dominar las transformaciones en curso en el ámbito de las TI y garantizar que la investigación conduzca a nuevos mercados", añadió el responsable. Para ello, la Comisión propone la creación de un ecosistema europeo de innovadores en TI, denominado "Computación conectada colaborativa" o "Red 3C". Esta iniciativa tiene por objeto garantizar que la inversión en el despliegue de redes como servicio conduzca al desarrollo de ofertas verdaderamente "made in Europe" en diversos sectores económicos.
En concreto, se pretende apoyar el despliegue de una infraestructura de conectividad segura, de alta velocidad y de extremo a extremo para conectar a los diferentes actores y dispositivos implicados en un caso de uso específico, utilizando redes terrestres y no terrestres. En una primera fase, se llevarán a cabo tres proyectos piloto a gran escala en los ámbitos de la salud, la movilidad y las ciudades inteligentes.
Un mercado único digital
El segundo pilar de la Ley de Redes Digitales se refiere a la creación de un mercado único digital, con su propio marco regulatorio que iguale las condiciones de juego entre los actores del ecosistema. “Actualmente, nuestro marco regulatorio está demasiado fragmentado. No estamos aprovechando al máximo nuestro mercado único de 450 millones de clientes potenciales. Necesitamos un verdadero mercado único digital para facilitar la aparición de operadores paneuropeos con la misma escala y oportunidades de negocio que sus homólogos en otras partes del mundo. Y necesitamos unas condiciones de juego verdaderamente equitativas, porque en un espacio tecnológico en el que las telecomunicaciones y las infraestructuras en la nube están convergiendo, no hay razón para que no jueguen con las mismas reglas”, afirmó el Comisario Europeo.
Para él, esto significa "derechos y obligaciones similares para todos los actores y usuarios finales de las redes digitales. Esto significa, en primer lugar, establecer el principio del "país de origen" para los servicios de infraestructura de telecomunicaciones, como ya ocurre con la nube, con el fin de reducir los costes de cumplimiento y las necesidades de inversión para los operadores paneuropeos", continuó. También significa, según él, "desmitificar la cuestión del número óptimo de operadores, porque no existe un número mágico en este ámbito. No podemos tener una visión estrecha de los mercados y sus actores". Por último, el funcionario aboga por "europeizar la asignación de licencias de espectro". "En la carrera tecnológica hacia el 6G, no podemos permitirnos más retrasos en el proceso de concesión, con enormes disparidades en el calendario de subastas y el despliegue de infraestructuras entre los Estados miembros: no podemos permitirnos el mismo resultado que para las subastas 5G, donde, después de ocho años, el proceso aún no ha terminado", lamentó.
Redes seguras y resilientes
"En el contexto geopolítico actual, debemos reforzar la seguridad económica de la UE en el ámbito de las tecnologías de la comunicación y garantizar la seguridad física y cibernética de nuestras infraestructuras, así como de los datos que circulan por ellas", añadió Thierry Breton. Para hacer frente a las amenazas y los riesgos que plantean las nuevas tecnologías, es necesario desarrollar estrategias y normas europeas de cifrado postcuántico y coordinar los esfuerzos en materia de seguridad de los cables submarinos entre los Estados miembros. "Actualmente estamos inmersos en una carrera tecnológica mundial. En este sprint hacia la resiliencia y la competitividad, Europa no puede ni debe quedarse atrás. Con visión, determinación y cooperación, creo que una Ley de Redes Digitales está al alcance de la mano, en beneficio de todos", concluyó Breton.
Otras noticias que te pueden interesar