- OpenAI intenta ahogar la infracción de derechos de autor. El creador de ChatGPT está intentando desestimar varias reclamaciones en dos demandas presentadas por autores y comediantes, que lo demandaron por recolectar sus libros para entrenar IA generativa sin permiso explícito. Abogados de OpenAI se defendió pidiendo a un tribunal federal de San Francisco que desestime cinco de las seis denuncias. Este último, en particular, esgrimió el argumento de que la ley de derechos de autor de Estados Unidos estipula que el “uso transformador” de una obra cuando se reutiliza la fuente original se considera uso legítimo. A la espera del resultado del caso, la Oficina responsable de la protección de los derechos de autor ha publicado una solicitud de comentarios públicos sobre las cuestiones de derechos de autor y políticas planteadas por AI.

- X quiere chupar datos biométricos. Según BloombergLa red social ha actualizado su política de privacidad para incluir un nuevo tipo de datos de usuario que planea recopilar: datos biométricos. "Con base en su consentimiento, podemos recopilar y utilizar su información biométrica con fines de seguridad e identificación", dice la compañía. X, sin embargo, no define lo que considera biométrico, aunque otras empresas han utilizado el término para describir los datos recopilados del rostro, los ojos y las huellas dactilares de un individuo.

- 150.000 tarjetas de crédito francesas filtradas en la red. Según ZatazUn hacker puso en línea 150.000 tarjetas bancarias de clientes de un banco francés, indicando CVV y fechas de validez. Después de analizar una muestra, resulta que nuestro colega pudo determinar que un “archivo está alojado en un espacio de almacenamiento público, accesible en la web siempre que tenga la dirección correcta”. El riesgo es que se utilicen números para transacciones para las que no se implementa la doble autenticación. "Sin embargo, el contenido del fichero no contiene ninguna información sobre los propietarios de los datos bancarios, como nombres o direcciones de correo electrónico", afirma Damien Bancal, fundador de Zataz. Tras identificar el banco del que dependen estos bancos centrales, este último se puso en contacto con el CERT, que comunicó la lista a su departamento antifraude y los clientes en cuestión "serán contactados por las autoridades competentes".