Utilice el modelo digital y BIM para identificar con precisión las características del suelo excavado para facilitar su reutilización. Este es el principio que ha aplicado Spie Batignolles Valérian, la entidad especializada en movimientos de tierras del grupo de construcción, ingeniería civil y obras públicas. El proyecto se probó en las obras del Canal del Sena Norte, que unirá el Sena y el Escaut y cuya inauguración está prevista para 2030. La solución desarrollada por la empresa contribuyó a su selección en el marco de la licitación para este sitio.
¿El objetivo de este desarrollo? Recuperar la mayor cantidad de tierra posible directamente en el sitio de extracción, limitando los depósitos en existencias temporales. Para ello, los equipos de Spie Batignolles crearon un modelo 3D del terreno que permite a los conductores de excavadoras, ellos mismos equipados con un sistema de guiado GPS, conocer la naturaleza y el espesor del material bajo sus orugas a medida que avanzan. y a medida que avanza la obra. Esto permite mezclar el suelo directamente en el lugar de excavación, garantizando al mismo tiempo que esta mezcla cumpla las condiciones de reutilización. "Con nuestro método, pudimos reducir a la mitad el número de horas de funcionamiento de nuestras máquinas, ahorrar espacio, reducir significativamente el impacto de carbono del sitio limitando el flujo de camiones y presentar un presupuesto optimizado a nuestro cliente", explica Maurice Bufalo. director técnico y de calidad de producción de Spie batignolles valérian.
Ordenar tierra contaminada
Esta misma técnica también es utilizada por el grupo de 7.700 personas en las obras de la línea Eole, donde se excava el suelo potencialmente contaminado. En este segundo caso, la empresa empezó por construir un modelo geoquímico digital basado en muestras y análisis que permitió clasificar la gravedad de la contaminación que sufre el suelo. El volumen así analizado se descompone en cubos de materiales que presentan el mismo nivel de contaminación, cada uno de ellos asociado a un código de color. Durante las excavaciones, guiado por una tableta GPS, el conductor de la excavadora puede conocer la naturaleza del material encontrado, lo que le permite recolectar suelos que presentan el mismo nivel de contaminación antes de su recuperación o su transporte a vertederos adaptados.
“Si bien generalmente, por principio de precaución, las empresas transportan terrenos potencialmente contaminados a vertederos, esta técnica nos permite clasificar los materiales para recuperar aquellos que sean aptos para ello. Por ejemplo, en una obra en el Gran París, logramos recuperar el 85 % del suelo excavado gracias a la categorización geológica realizada aguas arriba”, añade Maurice Bufalo.
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