El 1 de marzo, al final de la jornada, el distribuidor de TI LDLC confirmó que había sufrido un ciberataque que dio lugar a una fuga de datos. El ataque afectaba a los clientes de sus tiendas físicas, de las que hay más de 80 en Francia. Por tanto, los compradores de los sitios de comercio electrónico del grupo no se vieron afectados por este incidente, que está siendo analizado por los expertos de LDLC y sus socios de seguridad. También se han tomado medidas de inmediato para reforzar las medidas de protección existentes, minimizar las posibles consecuencias e investigar su origen.

LDLC se negaría a negociar con piratas

La primera información sobre este ataque la dieron a conocer miembros del grupo Epsilon, que se atribuyeron la responsabilidad del mismo. El 29 de febrero anunciaron en un foro especializado el robo de datos de 1,5 millones de clientes de LDLC. La extracción habría tenido lugar dos días antes y les permitió hacerse con los nombres, apellidos, números de teléfono, correos electrónicos y direcciones postales de los usuarios. LDLC precisó por su parte que no se trataba de datos financieros o sensibles de los clientes de sus tiendas físicas. Tal vez por eso, según los piratas informáticos, el grupo de distribución se ha negado a negociar con ellos, mientras amenazan con revender la información.