En colaboración con otras tres asociaciones de CIO de Europa, Cigref quiere participar en el debate de cara a las elecciones europeas, que se celebrarán los días 8 y 9 de junio. El mensaje principal del grupo de presión, que representa colectivamente a más de 1.000 grandes empresas del continente: tras unos años dedicados a "regular el espacio digital y la economía de los datos", ha llegado el momento de que la UE aumente sus ambiciones en materia de innovación y liderazgo tecnológico. Una forma de decir que la avalancha de normativas que salen de Bruselas -AI Act, Data Act, Cyber Resilience Act, Digital Markets Act, Digital Service Act...- no es suficiente en términos de políticas públicas. "Es necesaria una política industrial europea firme y ambiciosa en el ámbito digital para disponer de soluciones alternativas a las que dominan actualmente el mercado", escribe Cigref en un comunicado de prensa.
En su documento de posición, las cuatro asociaciones (además de la francesa Cigref, la belga Beltug, la CIO Platform Nederland en los Países Bajos y Voice en Alemania) destacan cuatro áreas prioritarias. En primer lugar, las competencias. “Sin las competencias digitales requeridas, las empresas europeas no podrán participar en las transformaciones tecnológicas que siguen surgiendo, lo que les impedirá ofrecer soluciones europeas. Además, el personal cualificado probablemente buscará empleo fuera de la UE, lo que agravará aún más la situación”, escriben las cuatro asociaciones. Y reclaman un triple esfuerzo: la formación de todos los ciudadanos en herramientas digitales, mecanismos para que los empleados se adapten a los avances tecnológicos y el fortalecimiento de un sector universitario de excelencia para desarrollar en el continente las tecnologías, herramientas y servicios que necesitan las empresas.
Una dependencia agravada por las tensiones geopolíticas
Segundo proyecto: la independencia estratégica de las empresas del Viejo Continente. "Con el creciente uso de la tecnología digital en casi todas las organizaciones, combinado con un número limitado de proveedores para aplicaciones clave, las empresas europeas se vuelven cada vez más dependientes de estos proveedores, que se encuentran principalmente en Estados Unidos o China", escriben las cuatro asociaciones. En el clima actual de cambios en las alineaciones geopolíticas y una mayor competencia entre regiones económicas, esta dependencia crea una influencia indeseable de estas entidades no europeas sobre las empresas europeas". El fortalecimiento de la oferta europea, que reclaman los principales poderes adjudicadores, podría pasar, según el documento, por el recurso al mecanismo de Proyectos Importantes de Interés Común (IPCEI), por normas que regulen los productos tecnológicos y los formatos de datos, o por una intensificación de las iniciativas de investigación destinadas a desarrollar alternativas a las tecnologías dominantes actuales.
Como era de esperar, el tercer eje se centra en la inversión en empresas tecnológicas. El Cigref y sus homólogos recomiendan, en particular, garantizar que las empresas emergentes en Europa sigan controladas por actores del Viejo Continente, mediante fondos destinados a este fin, una regulación coherente, una contratación pública y una armonización del mercado interior de la UE. Y recomiendan también un seguimiento estricto de los activos europeos y de la actividad de las empresas o fondos extranjeros, un planteamiento que resuena con La reciente controversia en torno a la asociación de Mistral AI con MicrosoftLas asociaciones DSI siguen haciendo campaña para conseguir financiación específica para iniciativas de código abierto.
Proveedores de la nube, estos guardianes se escabulleron entre las grietas
Por último, el último proyecto identificado por el grupo de presión pone de relieve la necesidad de una vigilancia sobre el impacto medioambiental de la tecnología digital. Dado que la mayor parte de este impacto proviene de la producción y distribución de equipos, las asociaciones de CIO recomiendan "aumentar la vida útil de estos equipos y luchar contra la obsolescencia del hardware. Hay que obligar a los proveedores de software a abstenerse de inducir artificialmente la obsolescencia de los equipos informáticos, como ordenadores, servidores y teléfonos inteligentes". En resumen, una estrategia de sobriedad digital que podría pasar por nuevas normas que pesen tanto sobre los fabricantes de hardware como sobre los editores o por la definición de una norma multicriterio para medir el impacto de las tecnologías de la información. Por no hablar de una acción franca contra la obsolescencia programada, un fenómeno que, según las asociaciones, se produce principalmente en la industria del software.
Por último, Beltug, CIO Platform Nederland, Voice y Cigref alertan a Europa de la necesidad de garantizar la correcta aplicación de la legislación que produce. Y de expresar su sorpresa, por ejemplo, de que los proveedores dominantes de la nube -principalmente estadounidenses- hayan sido excluidos el pasado mes de septiembre de la lista de guardianes en el sentido de la Ley de Mercados Digitales, cuando estos actores controlan tres cuartas partes del mercado europeo. Y de reclamar la puesta en marcha de un método más ágil capaz de tener en cuenta rápidamente las primeras evaluaciones de la aplicación de la legislación -y evitar la construcción de grandes catedrales normativas- y una colaboración más estrecha con el mundo empresarial. Buenas prácticas que los propios CIO están intentando aplicar a los proyectos tecnológicos.
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