La comunidad de código abierto quedó destrozada este verano por varios anuncios sobre cambios de licencia. El más reciente es el de Terraform, la plataforma de infraestructura como código promovida por HashiCorp. En agosto, este último decidió cambiar la licencia de su proyecto de Mozilla (MPL 2.0 desde 2014) a Business Source License (BSL, que se basa en la disponibilidad “en origen”). Una modificación percibida como una traición por parte de la comunidad de desarrolladores quien publicó un manifiesto pidiendo a HashiCorp que retroceda el tiempo. Esto ha obtenido 25.000 estrellas en GitHub y más de 500 firmantes.

Armon Dadgar, cofundador y CTO de HashiCorp, defendió este cambio de licencia en una publicación de blog : “Hay otros proveedores que aprovechan los modelos OSS puros, y la comunidad trabaja en proyectos OSS, para sus propios objetivos comerciales, sin hacer ninguna contribución material a cambio. No creemos que esto esté en el espíritu del código abierto. Como resultado, creemos que los modelos de negocio de código abierto deben evolucionar para que el ecosistema siga proporcionando software abierto y disponible gratuitamente”. No contentos con esta respuesta y esta dirección, los iniciadores del manifiesto decidieron bifurcar Terraform dentro del proyecto OpenTF. Esta iniciativa tiene como objetivo lanzar una versión de la plataforma de infraestructura como código bajo la licencia pública de Mozilla. Se adoptó un enfoque que será supervisado por la Fundación Linux y la CNSF (Fundación de software nativo en la nube). Los impulsores del proyecto, Scalr, env0 y Spacelift financiarán un equipo de 13 ingenieros que trabajan en OpenTF.

Red Hat persiste y Meta refina su propia licencia

La historia de HashiCorp recuerda a la de Red Hat en torno a RHEL. A finales de junioLa filial de IBM ha decidido reservar el acceso al código fuente de distribución únicamente para sus clientes. Una decisión que afecta a las bifurcaciones de CentOS, nacidas tras la llegada de CentOS Stream. Un anuncio que también provocó el enfado de determinados usuarios. La oportunidad especialmente para Oracle, SuSE y CIQ para formar la estructura OpenELA (Open Enterprise Linux Association). Su propósito es fomentar el desarrollo de distribuciones de Linux compatibles con Red Hat Enterprise Linux proporcionando acceso gratuito al código fuente.

La cuestión de las licencias también afecta a los modelos de lenguajes grandes (LLM) en el contexto de la IA generativa. Entonces, Meta lanzó en julio la segunda versión de Llama en “código abierto”. Una noción criticada por algunos jueces la restrictiva licencia Meta y no entrar en los cánones de la OSI (iniciativa de fuentes del PPen). Otros editores de LLM, como Falcon 2, han sido criticados por la comunidad por haber modificado su licencia para hacerla más restrictiva. En última instancia, estas diferentes historias muestran que este tema de las licencias centra las tensiones entre los puristas del código abierto y aquellos que desean desarrollarlo para crear valor. El debate no está listo para terminar, incluso si para el columnista Mat Asay es una batalla de retaguardia…