El reciente informe de la editorial Flexera (leer SaaS, IaaS, PaaS, on-premise: uno de cada tres euros de inversión se desperdicia) arroja luz sobre las auditorías de proveedores, una técnica utilizada por los editores para presionar a sus clientes... y recuperar algunos millones extra. Para protegerse de estas prácticas, las empresas, empezando por las más grandes, han creado equipos especializados en el seguimiento de sus activos de software (estamos hablando de SAM, por Software Asset Management).

Preguntados sobre los editores más relevantes en el contexto de los programas SAM, los 500 directivos y perfiles técnicos entrevistados en el marco de este estudio apuntan claramente en la dirección de Microsoft. El software con licencia del editor líder en el mundo, sus productos SaaS y su nube Azure ocupan los tres primeros lugares en cuanto a elementos a seguir de cerca, por delante de AWS y VMware. Cabe señalar que los editores ayer vilipendiados por los departamentos de TI por sus agresivas auditorías, como Oracle y SAP, ahora aparecen mucho más abajo en este ranking de archivos prioritarios en términos de SAM (están en el noveno y undécimo lugar respectivamente).

microsoft controlaba más de una de cada dos empresas

Esta clasificación se explica tanto por la presencia de los editores dentro de los SI de las empresas como por la frecuencia de las auditorías a los proveedores. Así, según el estudio, el 53% de las organizaciones han experimentado una auditoría de Microsoft en los últimos tres años, un salto de 7 puntos con respecto al nivel observado en 2021. Redmond está muy por delante de IBM (el 37% de las empresas auditadas durante los 36 últimos meses), Oracle (28%) y Adobe (25%).

Cabe señalar que Broadcom, hoy en el centro de las preocupaciones de los departamentos de TI por sus prácticas agresivas tras las adquisiciones de CA y Symantec, sigue presente en el frente de las auditorías: sólo el 5% de las organizaciones informan de una auditoría de este proveedor en los últimos 3 años. Pero la adquisición de VMware, que aún no se ha materializado, debería convertirlo en un actor mucho más amenazador en este ámbito, ya que el especialista en virtualización realizó una auditoría del 20% de las empresas encuestadas por Flexera durante el período considerado.

Las consecuencias de estas auditorías siguen siendo importantes. El 15% de las organizaciones admite haber gastado más de 5 millones de dólares en los últimos tres años tras las auditorías de los editores. Se trata de 6 puntos más que durante el estudio anterior sobre el tema, en 2022. Además, un 27% adicional pagó multas que oscilan entre 1 y 5 millones. Recuerde que estos honorarios representan sólo una parte de los costes resultantes de las auditorías; los editores suelen utilizar esta influencia para presionar a las empresas a renovar sus contratos o ampliar su alcance.