En la linea de El estudio sobre el mismo tema Una encuesta realizada por Odoxa para la editorial francesa OpenDataSoft, publicada a principios del año pasado, muestra el creciente reconocimiento del papel de los datos en la vida de las empresas, pero también las dificultades para implementar una verdadera cultura centrada en los datos. Alrededor de 8 de cada 10 altos ejecutivos encuestados utilizan datos compartidos como parte de su actividad diaria. Y casi 7 de cada 10 expresan su convicción sobre la importancia del acceso a los datos para llevar a cabo sus misiones y tomar buenas decisiones.
En resumen, una satisfacción global: el 61% de los 431 directivos encuestados por Odoxa se declaran satisfechos con las decisiones de su organización en materia de uso de los datos (acceso, compartición, visualización, reutilización). Sin embargo, cabe señalar que en este ámbito, el 25% de ellos manifiestan su insatisfacción (una proporción que supera el 40% en el caso de los departamentos de RR.HH. y de la industria). Casi 6 de cada 10 directivos consideran que la cultura de su empresa facilita el acceso y la compartición de datos y una proporción similar considera que su organización tiene bien en cuenta las necesidades de los empleados en este ámbito.
Los empleados son mucho más críticos
La consecuencia de esta visión positiva es que el 44% de los responsables de la toma de decisiones encuestados considera que su empresa está por delante del mercado en términos de intercambio y uso de datos, 11 puntos más que hace un año. Solo que Odoxa también ha encuestado a una muestra de empleados sobre el mismo tema y que, esta vez, el resultado es menos optimista: solo el 13% de ellos considera que su organización está por delante de sus competidores en este ámbito (8 puntos menos que en 2022).
Una brecha que se explica de forma bastante lógica por los pocos CDO (directores de datos) entrevistados en el marco del estudio. "El desafío y la dimensión estratégica de los datos son compartidos a un alto nivel. Pero cuanto más nos acercamos a los actores sobre el terreno, más nos encontramos con una serie de dificultades muy concretas, lo que hace que la implementación no siempre sea sencilla. Esto puede generar una brecha entre la visión muy estratégica, donde indicamos lo que pueden hacer los datos, y su implementación real, donde aparecen la complejidad y la dificultad de la implementación", explica Florent Verrière, CDO de EDF.
La brecha entre las ambiciones y la vida cotidiana
Además, solo el 37% de los responsables de la toma de decisiones cree que todos los datos útiles para los empleados están disponibles y son reutilizables, un nivel similar al del año pasado. Una proporción idéntica de encuestados explica que el intercambio se limita a ciertos conjuntos de datos. Por último, uno de cada dos responsables de la toma de decisiones admite que existe una brecha entre las ambiciones de su organización en materia de datos y la realidad de la vida cotidiana.
Para los CDO entrevistados, esta cuestión de compartir datos a gran escala enmascara problemas de poder, ya que el control de los servicios sobre tal o cual información da lugar a la persistencia de silos de datos. "Todos nos enfrentamos a los mismos problemas en cuanto a la propiedad de los datos y a la cuestión de su pertenencia colectiva", recuerda Jean-Yves Mahé, CDO del Ministerio de Europa y Asuntos Exteriores, que destaca sin embargo el impacto positivo de la ley para una República digital. Para Florent Verrière, el método más eficaz para superar esta reticencia es concienciar a los servicios de los beneficios colectivos asociados al intercambio de datos. "Es uno de los objetivos de la aculturación, pero lleva tiempo", reconoce.
Circulación anárquica de datos
El estudio destaca además las limitaciones de los enfoques actuales para compartir datos. En 8 de cada 10 casos, los usuarios acceden a ellos a través de archivos o correos electrónicos enviados por colegas, o mediante solicitudes a expertos en datos, o durante reuniones. Solo el 8% de ellos lo hacen a través de un portal interno específico. Sin embargo, los CDO encuestados destacan la necesidad de erradicar esta circulación anárquica de datos en las organizaciones y la necesidad de establecer un repositorio que ofrezca acceso a datos fiables. "La principal palanca para lograr democratizar los datos es ponerlos a disposición en puntos de distribución acordados por todos y en los que se habrá trabajado sobre cuestiones de gestión de datos. Esto nos permite saber quién gestiona los datos, dónde encontrarlos y cómo consumirlos", afirma Guiraude Lame, CDO de Natixis.
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