El 95% de los responsables de la toma de decisiones en TI cree que los presupuestos tecnológicos de su empresa podrían optimizarse. Este hallazgo, de un estudio realizado por Sapio Research para la consultora noruega Crayon, es oportuno, ya que más de nueve de cada diez empresas encuestadas dan alta prioridad a la optimización de su estructura de costos. No es realmente una sorpresa en un contexto de (relativas) tensiones en la economía, después de un período de expansión desenfrenada impulsada por las inversiones tecnológicas. El 87% de los más de 2.000 directivos encuestados indican que su organización ya ha adoptado una actitud centrada en la optimización de costes. Y, en el 57% de los casos, esta actitud ya empieza a dar sus frutos.
Sin embargo, optimizar los costos de TI sigue siendo un ejercicio complejo. Para el 47% de los directivos encuestados, este es simplemente el desafío número uno en la gestión de activos de TI. Esto supone 11 puntos más que el segundo ítem citado por los encuestados (habilidades en nuevas tecnologías). Dos fenómenos parecen obstaculizar los esfuerzos de optimización presupuestaria del departamento de TI: la ausencia de visibilidad o habilidades en temas especializados (como FinOps) y la falta de tiempo para que los tomadores de decisiones desafíen a sus proveedores o implementen iniciativas de reducción de costos. costos. Más de uno de cada cuatro CIO también menciona la falta de experiencia en la negociación de contratos o, simplemente, de palancas de negociación con proveedores. Los objetivos prioritarios de esta fase de racionalización presupuestaria residen en la optimización del gasto en la nube, la negociación de contratos con proveedores de servicios o editores, pero también... la aceleración de la migración a la nube (considerada como una palanca para reducir la deuda técnica ).
¿La racionalización presupuestaria confiada al DAF?
Sólo uno de cada dos líderes de TI admite tener un conocimiento perfecto del gasto en TI de su organización. El 16% de ellos cree incluso que es necesario repensar por completo sus presupuestos para tecnología. “Para comprender la complejidad de optimizar los costos de TI, es importante comprender que estas inversiones no existen de forma aislada. A menudo son esenciales para otras soluciones en las que confían las empresas”, explica Crayon. En casi tres de cada diez empresas, este entrelazamiento entre inversiones tecnológicas y actividad empresarial ya se refleja en los procedimientos presupuestarios, a través de presupuestos distribuidos a las entidades operativas o mediante un proceso de refacturación.
Uno de cada cinco CIO ya ha confiado la responsabilidad de racionalizar las inversiones tecnológicas al departamento financiero. Pero, en el 38% de los casos, el tema sigue estando bajo la autoridad del departamento de sistemas de información, mientras que el 11% de las organizaciones han creado una estructura dedicada a esta compleja cuestión.
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