Los departamentos de TI, en particular los que gestionan sitios alejados de los grandes centros urbanos, mencionan a menudo el riesgo de interrupciones intempestivas de la red, debido a actos malintencionados, accidentes o incluso peligros climáticos que dañan los cables. Un riesgo cuyas consecuencias no pueden pasarse por alto, ya que las empresas dependen cada vez más de las redes para acceder a sus sistemas de información. ¿Pero qué es realmente? Un estudio reciente realizado por InfraNum, la federación de empresas que trabajan en la planificación regional digital, en colaboración con el Banque des Territoires y la empresa Tactis, elabora un inventario de los riesgos que pesan sobre las redes FttH y su nivel de resiliencia. Y el panorama es mixto, ya que el nivel de resiliencia se considera “moderadamente satisfactorio” en una escala general.

El informe destaca particularmente la fragilidad de la infraestructura aérea, que es particularmente vulnerable al viento y al fuego. En todo el territorio francés, estas redes aéreas representan todavía cerca de 500.000 km de longitud, y la mitad son cables de tamaño superior o igual a 48 FO. En ciertos departamentos, la combinación de factores de riesgo (tormentas, áreas forestales, alto riesgo de incendios) y una presencia aún significativa de infraestructura aérea aumenta el nivel de riesgo. El estudio también destaca riesgos importantes para la resiliencia de las redes vinculadas a los mostradores de la calle, que están particularmente expuestas a actos maliciosos y accidentes de tráfico.

Enterrar las líneas, prioridad

Para reducir la exposición a estos riesgos, el estudio recomienda ocho grandes medidas, dos de las cuales destacan como prioritarias; asegurar la red de recogida (la situada aguas arriba de los nodos de conexión óptica, o NRO, y utilizada por los operadores), mediante looping y soterramiento, así como el soterramiento de la red de transporte y distribución. Otras medidas se refieren a la seguridad de los puntos de concentración (los famosos gabinetes) y otros elementos de la infraestructura de fibra, y a su traslado, en caso necesario, a zonas menos propensas a accidentes o no inundables.

Con base en los datos analizados para el estudio, los autores proponen tres escenarios para mejorar la resiliencia. El primero, el escenario suelo, consiste en enterrar todos los cables de transmisión y distribución en interurbano cuando su tamaño alcance los 144 FO. El segundo, el escenario ambicioso, recomienda enterrar todos los cables de transmisión y distribución interurbanos ubicados en el bosque cuando alcancen al menos 36 FO; fuera del bosque cuando son al menos 48 FO, y en el interior del pueblo 144 FO. El último escenario ofrece un camino intermedio, al priorizar el escenario ambicioso en los 30 departamentos que presentan riesgos climáticos y ambientales significativos, y el escenario bajo en los demás. Según el escenario elegido, el informe calcula el coste de las medidas de seguridad entre 7 y 17 mil millones de euros.


Cuantificación de las distintas medidas necesarias para aumentar la resiliencia de las redes FttH (fuente: informe InfraNum / Tactis / Banque des Territoires).

El estudio también aporta algunos elementos para cuantificar y cuantificar con mayor precisión todas las medidas propuestas. Aparte del soterramiento de las redes, que representa la mayor parte de los costes, el importe estimado para las demás medidas ronda los 1.700 millones de euros. Además de la cuestión financiera para los operadores y otros actores del sector, el informe plantea otra cuestión: la disponibilidad de los trabajadores necesarios para llevar a cabo los distintos proyectos. Los autores estiman que esto requeriría movilizar entre 2.300 y 5.600 equivalentes a tiempo completo durante diez años, incluidos alrededor de 800 FTE fuera de las medidas de enterramiento de cables. Sin embargo, subrayan que "en un período de 10 años, el programa previsto representa una longitud máxima de 20.000 kilómetros por año, o aproximadamente el doble de lo que podría alcanzarse en el marco del plan THD (Muy Alta Velocidad) de Francia". y que por tanto no existe riesgo de saturación de la herramienta industrial.

Por su parte, las empresas también tienen algunas opciones para mitigar este tipo de riesgo, incluida la combinación de líneas fijas y redes móviles.