A pesar de la oleada provocada por el lanzamiento público de ChatGPT y otras llamadas soluciones de inteligencia artificial generativa, la mayoría de las empresas aún no han dado el paso en sus tareas diarias. al menos oficialmente. Solo un pequeño tercio de ellos (27%) ya está explotando el potencial de la IA para aumentar la productividad en sus trabajos de oficina, como revela la edición de 2023 del informe “State of Work” publicado por Slack (una división de Salesforce), para en el que se encuestó a más de 18.000 ejecutivos y empleados. Sin embargo, según este mismo estudio, la automatización se adopta más ampliamente (45% de los tomadores de decisiones encuestados), con ganancias notables.
En términos generales, invertir en tecnología no parece ser actualmente la ruta preferida por los líderes empresariales para aumentar la productividad: sólo el 23% de los encuestados opta por esta opción. Sin embargo, los empleados que se consideran más productivos tienen un 242% más de probabilidades de utilizar IA que otros. Y tres cuartas partes (77%) de los empleados encuestados creen que la automatización de tareas rutinarias, como los procesos de gestión de gastos, mejoraría su productividad. Además, quienes utilizan tecnologías de automatización informan que ahorran un promedio de 3,6 horas por semana, o casi un mes de tiempo de trabajo por año.
Ingeniería y TI en la cima de las profesiones que explotan la automatización
Las tareas para las que el uso de la IA es más frecuente se refieren a la redacción y edición de textos (58%), la transcripción de intercambios orales en forma de texto o la creación de guiones para interacciones con clientes (49%), la creación de imágenes y vídeos (44%) y la escritura de códigos ( 42%). En términos de profesiones, los profesionales de ingeniería (71%) y TI (68%) son los más propensos a utilizar la automatización, seguidos por el diseño (57%) y el marketing (47%). .
El estudio también señala otro punto conflictivo en las medidas de productividad, con marcadas divergencias entre gerentes y empleados. Para los directivos, los primeros indicadores de productividad están vinculados a la actividad visible (27%), seguido de la consecución de objetivos y KPI (19%) y los costes (15%). Por parte de los empleados, el primer criterio es la consecución de objetivos y KPI (27%), seguido de las conversaciones con su jefe (17%) y el tiempo dedicado a las tareas (13%). Y estas diferencias de percepción no están exentas de consecuencias: los empleados dicen dedicar una media del 32% de su tiempo a tareas que no contribuyen a los objetivos de la empresa y del equipo, pero que se llevan a cabo para parecer productivas. . Además, sólo el 15% de los directivos cree que las métricas relacionadas con la actividad influyen positivamente en la productividad. Por otro lado, el 43% considera que mantener la motivación de los empleados es el principal reto para la productividad. Por lo tanto, conciliar las tecnologías con los ahora ampliamente reconocidos factores de flexibilidad, equilibrio entre vida personal y laboral y trabajo híbrido sigue siendo una prioridad para las empresas.
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