La carrera por encontrar helio 'verde'

En lo profundo de la pastizales del suroeste de Tanzania, siete hombres estaban reunidos en un terreno de grava del tamaño de una cancha de tenis. Llevaban cascos blancos y overoles amarillos manchados de aceite, que daban la impresión de paletas heladas derretidas en el calor seco de la noche. Junto a ellos estaba la razón por la que habían volado desde todo el mundo: su equipo de perforación, un mástil de 35 toneladas y 50 pies de altura que atravesaba el cielo. Durante tres semanas, la perforadora había estado atravesando capas de arcilla espesa y pegajosa, pero ahora, a una profundidad de 1.800 pies, había encontrado una extensión de arenisca roja porosa y estaba ganando velocidad. Mientras dos hombres escudriñaban el progreso de la plataforma en un conjunto de diales, los otros recogieron trozos de tubería de acero inoxidable de un remolque de almacenamiento cercano. Hazem Trigui, un científico que trabajaba en el turno de noche, observaba desde la zona de fumadores fumando un cigarrillo.