El gobierno japonés dijo el martes que invirtió 1.300 millones de dólares en la fábrica de Micron en Hiroshima como subsidio para la fabricación de chips más avanzados que respalden o impulsen cargas de trabajo de IA y cuánticas. Se espera que la inversión cubra el costo de instalación del equipo de litografía ultravioleta extrema (EUV) de la holandesa ASML en la fábrica, según Bloomberg. Como recordatorio, estas máquinas ofrecen tecnología de grabado de última generación que permite fabricar chips más rápidos y que consumen menos energía. Intel inauguró recientemente su fábrica en Irlanda con esta tecnología.

La inversión del gobierno japonés en Micron cubre casi el 40% de la inyección de capital prevista por la compañía en Japón y tiene como objetivo asegurar un suministro significativo de chips de última generación para el futuro, según el artículo de nuestros colegas de Bloomberg que citan al ministro de Economía, Yasutoshi Nishimura. La inyección de capital se produce en un momento en que la empresa estadounidense está siendo investigada por los reguladores chinos tras la guerra de chips entre Estados Unidos y China, que amenaza con poner en peligro la mayoría de las ventas de la empresa en el mercado asiático.

Una guerra comercial interminable

Micron fue criticada por el gobierno chino después de que Estados Unidos convenciera a los Países Bajos y Japón en enero para que se unieran a él para extender una prohibición sobre las exportaciones de tecnología de fabricación de chips a China. Los estadounidenses impusieron por primera vez restricciones a las exportaciones de chips a China en 2015 y luego las ampliaron hasta 2021 y más allá. dos repeticiones en 2022. Las restricciones más recientes se introdujeron en Diciembre.

Más recientemente, los legisladores estadounidenses también han instado a la administración Biden a tomar más medidas para obstaculizar el progreso de China en su dominio en áreas como la inteligencia artificial y la computación cuántica. En particular, sugirieron imponer restricciones comerciales al fabricante chino de chips de memoria Changxin Memory Technologies, como contraofensiva a la prohibición de China sobre el uso de chips de Micron. Además de la inversión de 1.300 millones de dólares, el gobierno japonés ha reservado una suma de 1.110 millones de dólares y 170 millones de dólares para ayudar a Micron a cubrir los costes de producción y desarrollo de los chips avanzados, indica Bloomberg.