El lanzamiento a finales de noviembre de 2022 de ChatGPT, la interfaz conversacional basada en el motor de inteligencia artificial GPT de OpenAI, marca sin lugar a dudas un punto de inflexión en la accesibilidad de las tecnologías de IA. Para Daniel Ichbiah, periodista y autor especializado en nuevas tecnologías, el éxito inmediato de la herramienta estableció un hecho: nuestra entrada en la “era de la IA de autoservicio”. En su libro “ChatGPT, ¿quién eres?”, analiza este fenómeno, tanto desde un punto de vista histórico como práctico.
Un primer capítulo rastrea el nacimiento del fenómeno ChatGPT, seguido de una perspectiva más global, a través de una historia de las tecnologías de IA. A partir del capítulo 3, el libro da un giro más práctico, explicando cómo utilizar la solución y luego ilustrando sus posibilidades a través de 100 ejemplos, para dominar “el arte de las indicaciones”. Si en esta parte el libro está dirigido más al público general, con ejemplos relacionados con la cocina o la organización de viajes, también incluye ejemplos que pueden ser útiles a todo el mundo en su vida profesional, para la creación de contenidos, gestión de carrera, marketing e incluso programación, así como un apartado sobre posibles usos en el ámbito de la educación.
Una revolución con muchas implicaciones
El trabajo no evita los riesgos y preocupaciones que acompañan a esta democratización de la IA. El quinto capítulo analiza el lado oscuro de ChatGPT y otros, discutiendo los principales problemas asociados con él: usos cuestionables, confiabilidad del contenido, diversas limitaciones... Daniel Ichbiah también analiza el debate sobre los empleos amenazados por la IA, centrándose en un Pocas profesiones se mencionan a menudo en los debates: desarrolladores de aplicaciones, periodistas y abogados. Adopta una postura cautelosa al respecto, con una sola certeza: “debemos tomar el control de la IA y evitar que asuma la supervisión de nuestras vidas. » Llamando a todos a estar atentos, concluye recordando un hecho evidente que a veces queda oscurecido por ciertas posiciones claras adoptadas en ChatGPT: “la tecnología no es ni buena ni mala. Es el uso que le damos lo que determina tal factor. »
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