Los CIO siempre han estado en el centro de la gestión y optimización de los costes de TI, haciendo malabarismos con presupuestos limitados y tecnologías en constante evolución para satisfacer las necesidades de su organización y sus clientes internos. La transición a la nube ha redefinido los contornos de los entornos de TI, en particular a través de su modelo basado en múltiples microservicios, hiperindustrializado, escalable, compartido y distribuido. Los avances actuales en el campo de la ciencia de datos, con las perspectivas que ofrece la IA generativa (GenAI), estrechamente vinculada al potencial que ofrece la nube, deberían reforzarlos.

Hoy más que nunca, los CIO se encuentran en una encrucijada, ante la doble exigencia de optimizar sus costes y maximizar la eficiencia operativa y la innovación. En este contexto, el enfoque FinOps se perfila como una palanca estratégica esencial para gestionar con precisión los gastos de TI y alinear las inversiones en tecnología con los objetivos de la organización. Al mismo tiempo, la concienciación sobre los impactos medioambientales de las TI está animando a los CIO a integrar la dimensión ecológica en sus estrategias. GreenFinOps se presenta como una respuesta adecuada para conciliar la eficiencia económica y la responsabilidad medioambiental, orquestando un uso más "verde" y racional de los recursos de TI.

FinOps y GreenOps, una combinación ganadora

Para equilibrar el rendimiento y los costes, FinOps ha surgido como una respuesta eficaz e innovadora. Se trata de un marco que combina los principios financieros y de DevOps para permitir que los diferentes equipos de una organización (ingenieros, financieros, propietarios de productos, etc.) trabajen juntos para lograr una mejor propuesta de valor de los productos y servicios y una mejor gestión de los costes relacionados.

A primera vista, parecería que FinOps tiene poco que ver con la sostenibilidad, pero basta recordar que, excluyendo la minería de criptomonedas, el consumo eléctrico de los centros de datos se estima entre 240 y 340 TWh (teravatios hora) en 2022, según la AIE (Agencia Internacional de la Energía), lo que representa aproximadamente entre el 1% y el 1,3% del consumo final de electricidad mundial. De aquí a 2030, se espera que este consumo se duplique con la multiplicación de las cargas de trabajo, incluidas las consumidas por Shadow IT, con su corolario de emisiones de CO2.2 si no se realizan esfuerzos en ambas prácticas y en el uso más amplio de energías renovables y bajas en carbono.

Gracias a FinOps, los CIO identifican las palancas de acción para optimizar no sólo sus costes, sino también los recursos consumidos, e indirectamente, el consumo energético y las emisiones de CO.2Sin embargo, el impacto de la tecnología digital sobre el medio ambiente no se limita a estos indicadores, sino que incluye otras dimensiones como el consumo de agua, la masa de residuos electrónicos producidos, el agotamiento de los recursos (metales, tierras raras, etc.), los impactos sobre la biodiversidad, etc.

Por su parte, GreenOps, un enfoque operativo que integra los principios de sostenibilidad medioambiental en la gestión de los sistemas de información y las operaciones de TI, está ahí para controlarlos mejor optimizando su eficiencia energética y adoptando un enfoque holístico de sus impactos. El enfoque FinOps también puede aprovechar las contribuciones de GreenOps centrándose no solo en la optimización de costes, sino también en la reducción de la huella medioambiental de los SI. GreenOps y FinOps se complementan así de forma eficaz, permitiendo a las organizaciones optimizar tanto sus gastos de TI como los relacionados, al tiempo que minimizan su impacto medioambiental, e integrando así la responsabilidad medioambiental en la gestión diaria de sus SI. El resultado es una sinergia entre los objetivos económicos y medioambientales, que permite reducir los costes de TI al tiempo que se adopta un enfoque digital sostenible. Estas son las ambiciones de GreenFinOps, un enfoque que combina los principios de las finanzas operativas (FinOps) con los objetivos de sostenibilidad medioambiental (GreenOps).

GreenFinOps, ¿qué medidas y qué retos?

Las medidas concretas que pueden adoptar las organizaciones son muy variadas. Pueden consistir en diseñar de forma ecológica los productos y servicios digitales para reducir su impacto medioambiental a lo largo de su ciclo de vida. Otras medidas tienen que ver con la elección de centros de datos situados en países donde se favorezcan las fuentes de energía renovables. También puede consistir en apagar o poner en espera los recursos durante las horas de inactividad.

El uso de software de evaluación de impacto ambiental y calculadoras de carbono puede ayudar a automatizar los procesos asociados e identificar mejor las fuentes con mayor impacto para adoptar medidas de mejora o remediación adecuadas. Muchos editores ofrecen ahora este tipo de soluciones, con espectros más o menos diferentes (véase Estudio estratégico de AdVaes disponible a finales de mayo sobre estos actores, expectativas de mercado y tendencias para 2027).

La implementación de GreenFinOps enfrenta desafíos considerables, en particular la dificultad de determinar con precisión qué acciones tomar para mejorar la huella ambiental de los SI. Existe incertidumbre sobre el impacto real de cada medida, con un panorama de tecnologías y prácticas en constante evolución. Esta búsqueda de un camino ecológico eficaz a menudo se ve obstaculizada por la falta de visibilidad, lo que genera incertidumbre sobre el mejor camino a seguir. De manera similar, el seguimiento de los esfuerzos de GreenFinOps está demostrando ser un desafío considerable. La falta de indicadores claros y medios específicos para evaluar el progreso obstaculiza la capacidad de los CIO para medir el impacto real de sus iniciativas. El desafío radica en la necesidad de cuantificar lo invisible, es decir, los cambios positivos y sostenibles en las prácticas operativas y los resultados ambientales.

Si bien los CIOs entienden la importancia de monitorear estas acciones, la falta de indicadores estandarizados y relevantes hace que la tarea sea compleja. Sin embargo, este seguimiento sigue siendo esencial para demostrar la efectividad de las iniciativas implementadas y orientar los ajustes necesarios hacia una menor huella ambiental de los SI.

La integración de las contribuciones de GreenFinOps se está volviendo imperativa para los CIO que buscan reducir su huella de carbono y, al mismo tiempo, mantener infraestructuras de TI eficientes. Los CIO deben ir más allá de la simple adopción de tecnologías “verdes” para adoptar un enfoque holístico de la gestión de TI, integrando prácticas inteligentes y rentables donde el rendimiento operativo y la sostenibilidad vayan de la mano.