Al igual que muchas grandes empresas francesas, Air France se ha embarcado en un viaje para explorar las capacidades de la IA generativa. La aerolínea, que afirma haber estado estudiando esta tecnología desde principios de 2023, explica que ha lanzado más de 80 proyectos hasta la fecha. "Algunos están en la fase de identificación de la solución más adecuada (modelo de gestión de datos, IA predictiva, IA generativa, etc.), otros en la fase de prueba de concepto (PoC)", afirma la compañía en un comunicado de prensa.

Y para ofrecer tres casos de uso que ilustren su enfoque. En primer lugar, el ChatGPT interno de la empresa, Talia, que permite a los empleados familiarizarse con la tecnología sin riesgo de exfiltración de datos confidenciales. Después, Charlie. Se trata de una herramienta más orientada a una de las profesiones de Air France, el mantenimiento. Charlie permite buscar en la documentación de la empresa y de los fabricantes la referencia de las piezas de un avión, con el fin de acelerar las reparaciones y los reemplazos de componentes. Una aplicación, actualmente en fase de prototipo, probablemente basada en un enfoque RAG (Retrieval-augmented generation), aunque Air France no lo especifique.

Un enfoque supervisado por un comité de IA

Por último, la nota de prensa de la compañía menciona una herramienta de análisis de feedback de clientes llamada Fox. "Mediante el uso de IA generativa, Fox es capaz de analizar automáticamente las palabras textuales de los clientes y traducir el sentimiento expresado por textos complejos y heterogéneos, integrando humor o ironía", afirma la empresa. Por ahora, la empresa no indica que quiera colocar un chatbot impulsado por IA generativa directamente frente a sus clientes. Una advertencia bastante lógica después de La desventura de Air Canada con la tecnología.

En Air France, el despliegue de las aplicaciones de la IA generativa se apoya sobre todo en el equipo de investigación operativa (unas 150 personas), heredero de un departamento creado en 1958 para estructurar la innovación internamente. La empresa, que emplea a unas 39.000 personas, indica que apuesta por soluciones de mercado, pero que funcionan en un circuito cerrado, y ha creado un comité de IA para garantizar el respeto de la reglamentación y la ética en todos los proyectos que impliquen esta tecnología.