Mientras escribimos estas líneas, apenas estamos a principios de febrero, pero el año 2024 ya ha puesto de relieve la importancia de los ríos y arroyos que ocupan gran parte de nuestro territorio.
Por razones dramáticas, con las inundaciones que han afectado al Norte y al Paso de Calais, o más menores, con nuevas promesas en torno a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos que tendrán lugar en el Sena, no podemos ignorar el hecho de que nuestros hábitats son muy dependientes de su proximidad a un curso de agua.
Ríos, arroyos, océanos, canales, cuencas... Francia también tiene una rica historia en materia de agua y esto podría permitirnos ser pioneros en una nueva tendencia tecnológica. Después de las Smart Cities, los Smart Rivers, cuyo objetivo es utilizar la tecnología (sensores, software de simulación, gemelos digitales, etc.) para mejorar la gestión de los ríos y los recursos hídricos, pero también para comprender mejor cómo el entorno construido impacta en estos recursos.
Francia, campeona del mundo
La consideración de los impactos ambientales está obligando a la gestión urbana a centrarse en los principales activos y peligros que rodean nuestras ciudades y pueblos. Llevamos algún tiempo estudiando este fenómeno en IDC y medimos que alrededor de un tercio de las administraciones planeaban invertir en el corto plazo en tecnologías vinculadas a estos Ríos Inteligentes.
París es un claro ejemplo. Con los Juegos Olímpicos, la ciudad quiere poner de relieve el vínculo especial que une a la ciudad, su desarrollo y su río a través de una ceremonia histórica y de los acontecimientos. Por ello, es natural que la ciudad haya colaborado con varias empresas tecnológicas, sobre todo de hardware con sensores o de software.
Pero es otro proyecto el que nos ha llamado la atención recientemente, el de un gemelo digital de un río e incluso de un estuario más precisamente.
Un gemelo digital acuático
Recientemente hemos hablado con los responsables del gemelo digital desarrollado por el Grand Port Maritime de Bordeaux. Querían posicionar su proyecto y debatir con responsables de gemelos digitales similares. Desgraciadamente, en materia fluvial, pocos proyectos nos parecen tan logrados como el suyo, por varias razones.
El objetivo del proyecto es crear un gemelo digital del estuario, el más grande de Europa occidental con una superficie de aproximadamente 635 km2. El estuario de la Gironda está formado por la confluencia de los ríos Dordoña y Garona y se extiende por varias ciudades, la principal de las cuales es Burdeos.
Inicialmente, el gemelo digital se desarrolló para respaldar la toma de decisiones tácticas diarias (información sobre los niveles de agua, contaminación y navegación), así como para abordar desafíos a largo plazo e imperativos estratégicos (adaptación e impactos del cambio climático).
Además, este proyecto engloba todas las facetas de este complejo ecosistema, parte integrante de la identidad de la región, con aspectos económicos, recreativos y turísticos también. Al dejar un margen significativo en términos de públicos objetivos, el equipo de desarrollo gemelo también ha abierto el campo de posibilidades a nuevos casos de uso, objetivos y resultados.
Desarrollando la economía azul
Integrados desde el inicio del proyecto, los actores involucrados (actores privados y públicos, universidades, etc.) participaron activamente en la implementación de la herramienta y, sobre todo, se aseguraron de que satisficieran sus necesidades, ya que cada uno de ellos es un usuario actual o potencial de la plataforma. El modelo de código abierto de esta última también fue diseñado para garantizar su replicabilidad.
Según IDC, el 40% de las grandes ciudades querrán tener un gemelo digital para garantizar una mejor gestión del agua en 2027 y asegurar el suministro, la calidad y la resiliencia de sus ecosistemas. La "economía azul" está en desarrollo y debería poder aprovechar los errores de los primeros proyectos de Smart Cities.
Rémi Letemple es analista de investigación senior de IDC.
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