Allá primer plazo para la generalización de la factura electrónica enfoque entre empresas, con la obligación a partir del 1 de julio de 2024 de adoptar este formato en recepción para todas las empresas sujetas al IVA, y en transmisión solo para grandes empresas. Teniendo esto en cuenta, la editorial Generix Group encargó a Markess by Exægis entrevistar a 200 responsables franceses sobre este tema entre abril y mayo de 2023, con el fin de hacer un balance del progreso del trabajo dentro de sus organizaciones. Los encuestados ocupan diversos puestos directivos en grandes y medianas empresas (ETI), de los sectores de distribución, transporte y logística, servicios e industrial.

Los resultados de este cuarto barómetro de la factura electrónica revelan que la mayoría de las empresas se muestran confiadas: el 73% cree que estarán listas para cumplir el plazo, frente al 68% en 2022. Sin embargo, una cuarta parte de los encuestados admite que su organización no lo estará. no conforme a 1 de julio de 2024. Preguntados por el coste de este cumplimiento, el 37% de los encuestados lo sitúa por debajo de los 500.000 euros, mientras que en el extremo opuesto del espectro, el 36% valora en más de un millón de euros. Para el 6% de ellos, superará incluso los 10 millones de euros. Si bien los rangos de costos varían mucho, en términos de plazos, el 65% de los encuestados estiman la duración de los proyectos de cumplimiento en 9 meses o menos, un aumento en proporción en comparación con 2022. Sin embargo, dos tercios de los encuestados todavía se encuentran actualmente en las fases iniciales ( entre recopilar información y definir necesidades), las grandes empresas están un poco más avanzadas en este ámbito que las medianas.

Una palanca para transformar los departamentos financieros

La mayoría de las empresas entrevistadas ven esta reforma como una oportunidad de transformación. Casi uno de cada dos (46%) cita una gestión más automatizada de sus facturas y procesos asociados, mientras que el 42% espera hacer que los datos sean más fiables y luchar mejor contra el fraude y los errores. Para el 38% de los encuestados, la reforma permite desarrollar software de facturación, tesorería o contabilidad (38%), y la misma proporción considera que mejorará la gestión del efectivo. Los beneficios asociados son más de naturaleza empresarial que económica: las empresas señalan la trazabilidad (53%), la mejora de la calidad de los datos intercambiados (52%) y la reducción de los tiempos de pago (49%).

La encuesta también revela que el 80% de las empresas ya están equipadas con soluciones de facturación electrónica (el 70% en 2022), aunque con algunas divergencias entre sectores de actividad: la tasa de equipamiento es, por tanto, del 94% en la distribución, frente al 72% en los servicios. Por otro lado, en más de uno de cada dos casos, menos de la mitad de las facturas de proveedores se procesan en formato electrónico, mientras que esto ocurre con el 60% de las facturas de clientes.

En cuanto a tecnologías y soluciones, predomina el EDI, utilizado por más del 50% del panel. Casi uno de cada cuatro encuestados (38%) confía en la plataforma Chorus del estado, mientras que las soluciones basadas en OCR (reconocimiento óptico de caracteres) están perdiendo terreno, siendo utilizadas por solo el 13% de los encuestados, frente al 34% en 2022. Finalmente, el 78% de las empresas planean utilizar un plataforma de desmaterialización de socios (PDP) para intercambiar sus facturas electrónicas, es decir, una solución de mercado aprobada por la administración.