Facebook implementa nuevas herramientas anti-desinformación

¿Estamos entrando en pánico en Silicon Valley? El miedo al caos postelectoral, primero en las redes sociales y luego en las calles, está creciendo exponencialmente en Estados Unidos, poco más de una semana antes del anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses. Lo demuestra esta reciente decisión de Facebook, que saldrá de los armarios de herramientas anti-desinformación utilizadas en países considerados por la red social como "en riesgo". Para dar una idea de la magnitud de esta iniciativa, cabe señalar que estas medidas se implementan en Facebook si existe riesgo, por ejemplo, de conflictos étnicos violentos. En otras palabras, Facebook ha llegado a un punto en el que considera que Estados Unidos puede ser escenario de violentos enfrentamientos tras el anuncio de los resultados electorales.

Para evocar un caso de libro de texto, podemos hablar de Birmania. Facebook había intentado combatir los mensajes de odio contra los rohingya aplicando las medidas que ahora quieren aplicar en Estados Unidos. En su momento, algunos acusaron a la red social de no haber ido lo suficientemente lejos para gestionar esta crisis. Con base en esta observación, Facebook podría implementar medidas mucho más radicales, como reglas más estrictas sobre el contenido considerado violento, modificar el algoritmo del servicio de noticias para evitar mostrar ciertas publicaciones o incluso ralentizar la propagación de mensajes cuando comienzan a volverse virales. En realidad, esta es una continuación de la filosofía de Facebook con respecto a estas elecciones. En septiembre, Mark Zuckerberg escribió en un blog que estaba "preocupado de que con nuestra nación tan dividida y los resultados electorales que podrían tardar días o semanas en ser finalizados, podría haber un mayor riesgo de disturbios civiles en todos los países".

El problema es que estas medidas son fuertemente criticadas en el país de la libertad de expresión garantizada por la constitución. Incluso los empleados de Facebook creen que estas medidas podrían evitar discusiones políticas legítimas. Si a eso le sumamos la prohibición total de los anuncios políticos en Facebook después del 3 de noviembre (e indefinidamente), será muy difícil hablar de política en Facebook en una semana.