La ley de las series. Después de Toyota hace unas semanasLe toca a Volkswagen sufrir una parada masiva de producción debido a un fallo informático. Se cree que la avería se debe a las redes informáticas y provocó el cierre de casi todas las fábricas del grupo el miércoles por la tarde. Se vieron afectadas todas las plantas alemanas de la marca insignia Volkswagen en Wolfsburg, Zwickau, Emden, Hannover, Osnabrück y Dresde, así como las plantas de componentes en Braunschweig, Salzgitter, Kassel y Chemnitz. Las plantas de producción de Audi y Porsche también han informado de problemas. Por otro lado, Skoda parece haberse salvado.
La prensa alemana indica que el industrial, que creó una unidad de crisis para gestionar esta crisis masiva, volvió a poner en marcha sus fábricas poco a poco desde el jueves por la mañana. "Los problemas de infraestructura TI en la red de Volkswagen se resolvieron de la noche a la mañana y ahora la red vuelve a funcionar de forma estable", explicó un portavoz del gigante del automóvil. “Las aplicaciones afectadas se están reiniciando actualmente. » La duración de esta restauración parece depender del tamaño y la complejidad de cada sitio de producción. Por lo tanto, según el fabricante, algunos sistemas aún podrían verse afectados "durante una fase de transición". Así, el jueves por la mañana la planta de Wolfsburg aún no estaba funcionando a plena capacidad. Citado por El espejoUn proveedor de servicios informáticos del grupo asegura que se trata de un fallo global que afectó incluso a los concesionarios Volkswagen o incluso a la fábrica estadounidense de Chattanooga (Tennessee) o a las plantas de producción en China, que funcionan como empresas conjuntas.
El Toyota anterior
EL Handelsblatt Asegura que, ante la interrupción, los equipos técnicos intentaron primero desconectar y reconectar todos los servicios conectados a la red central. “Pero al final el meollo del problema estaba en Wolfsburgo”, según el periódico. Según nuestros compañeros, el fallo se debió a paquetes de datos corruptos, que fueron identificados y aislados durante la noche del miércoles al jueves. El grupo automovilístico considera a estas alturas que la hipótesis de un ciberataque es improbable. Sin embargo, el tema se toma muy en serio al otro lado del Rin, donde el Ministro Federal de Transporte, Volker Wissing, ha pedido una mayor atención a la seguridad de la red. "Aquí necesitamos sistemas de seguridad que funcionen", dijo en televisión.
El episodio ilustra la fragilidad que surge al conectar fábricas a redes y sistemas centralizados. Durante mucho tiempo, los fabricantes han favorecido la autonomía de sus centros de producción. La creciente digitalización los está llevando a cuestionar este paradigma. Y exponerse a ciberataques o averías. En marzo del año pasado, Toyota se vio afectada por el ciberataque que afectó a su subcontratista Kojima Industries. A finales de 2022, Continental fue objeto de un ataque llevado a cabo por el grupo cibercriminal Conti. A finales de agosto, esta vez se produjo un fallo informático que provocó el cierre de 14 fábricas japonesas de Toyota. El industrial japonés explicó que el mal funcionamiento fue causado por un servidor que no tenía suficiente espacio en disco. Luego, una sucesión de fallos en cascada provocó la caída de las aplicaciones de pedido de repuestos, sistemas críticos en una industria que funciona en condiciones de justo a tiempo.
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