Durante la última década, las empresas han invertido mucho en la nube para aprovechar sus beneficios. Sin embargo, a pesar de ello, muchas no controlan sus costes de forma eficaz, lo que da lugar a un importante despilfarro financiero. Este problema persiste incluso después de la introducción y adopción de prácticas Finops, una combinación de gestión financiera con ingeniería y operaciones en la nube, que se supone que deben solucionarlo.

Muchas empresas quieren hacer lo correcto, pero no pueden actuar con rapidez o, muy a menudo, no encuentran el talento que necesitan. Después de varios años de implementación en la nube, ahora se sienten abrumadas por la cantidad de problemas que deben resolver para evitar este desperdicio. Si bien muchas de ellas adoptaron rápidamente las prácticas de Finops, se dieron cuenta de que necesitaban abordar comportamientos y procesos y que Finops no era una herramienta mágica que resolvería todos sus problemas.

Índice
  1. Un desafío persistente
  2. Una madurez aún esperada
  3. ¿Cuando aprenderemos finalmente?

Un desafío persistente

Según la última encuesta sobre el estado de la estrategia de la nube de HashiCorp, el 91 % de los encuestados informó de un despilfarro en su gasto en la nube. Se trata de un hallazgo preocupante, especialmente si se tiene en cuenta que el 66 % de estas organizaciones aumentó su gasto en la nube durante el último año. A pesar de los esfuerzos por implementar FinOps y otros marcos de gestión de costes, muchas organizaciones aún tienen que aprender de los errores cometidos durante la última década. Las principales razones de este despilfarro son la falta de las habilidades necesarias, el exceso de aprovisionamiento de recursos y los recursos no utilizados o infrautilizados. En muchas organizaciones, la rápida adopción de tecnologías de la nube ha superado el desarrollo de las habilidades necesarias, lo que ha provocado ineficiencias en el aprovisionamiento, la gestión y la optimización de los recursos de la nube. La excusa número uno que dan quienes gastan demasiado en la nube es que no pueden encontrar la ayuda que necesitan para maximizar los recursos de la nube. Están arrastrando años de deuda técnica relacionada con la nube, con la esperanza de que alguien o alguna herramienta aparezca y lo solucione todo. Eso es poco probable.

En definitiva, muchas organizaciones adoptan una estrategia de “mejor prevenir que curar” y asignan más recursos en la nube de los que necesitan. Si bien esto puede ayudar a evitar posibles problemas de rendimiento e interrupciones debido a la falta de recursos, aumenta significativamente los costos. Los recursos aprovisionados que no se utilizan en su totalidad contribuyen a generar gastos innecesarios. Además, estos recursos no utilizados a menudo pasan desapercibidos y continúan generando gastos. Este es el ABC del gasto en la nube, pero es sorprendente la cantidad de empresas que aún cometen este error. Lo frustrante es que la mayoría de ellas lo saben, pero en realidad no tienen una mejor solución que invertir dinero en la nube. Los proveedores de servicios en la nube son en cierta medida cómplices de fomentar la sobreutilización al no mostrar a sus clientes cómo optimizar y dimensionar adecuadamente los recursos. Con demasiada frecuencia, los recursos se sobreaprovisionan debido a las recomendaciones de los propios proveedores de servicios en la nube.

Una madurez aún esperada

La encuesta de HashiCorp destaca un punto clave: la madurez de la nube desempeña un papel fundamental en la forma en que las organizaciones gestionan su gasto en la nube. Las organizaciones muy maduras informan de menores costes, un tiempo de comercialización más rápido y mayores beneficios al contar con talento especializado en la nube. De hecho, el 73 % de estas organizaciones maduras han aumentado su gasto en la nube, en comparación con el 62 % de las organizaciones menos maduras, lo que demuestra una correlación entre la madurez y la eficiencia del gasto en la nube. Para abordar estas ineficiencias, las organizaciones deben adoptar un enfoque más diversificado.

Es imperativo cerrar la brecha de habilidades. Las organizaciones deben invertir en la capacitación y la mejora de las habilidades de su fuerza laboral, asegurándose de que los equipos tengan los conocimientos necesarios para gestionar y optimizar eficazmente los recursos de la nube. Invertir en las personas puede dar sus frutos y generar ahorros significativos a lo largo del tiempo. Implementar y cumplir los principios de Finops no es solo una recomendación, sino una necesidad. Esto incluye monitorear continuamente el gasto en la nube, establecer presupuestos y optimizar las cargas de trabajo para evitar el exceso de aprovisionamiento. Las prácticas efectivas también deben incluir auditorías financieras y operativas periódicas, utilizando auditores externos en lugar de correr el riesgo de realizar la anticuada autoauditoría. Las herramientas de automatización basadas en IA pueden desempeñar un papel fundamental para garantizar que los recursos se aprovisionen solo cuando sean necesarios y se desactiven cuando no se utilicen, lo que evita que los recursos inactivos acumulen costos innecesarios. Además, un marco de gobernanza de costos sólido es esencial para la gestión de costos de la nube. Este marco debe incluir políticas para el aprovisionamiento de recursos, el control del uso y la optimización de costos. La gobernanza garantiza que se sigan las mejores prácticas en toda la organización y que todas las partes interesadas estén bien alineadas.

¿Cuando aprenderemos finalmente?

Es frustrante que, en todos estos años, todavía no hayamos aprendido a hacerlo bien. Esta no es la única encuesta, ni la primera, que revela ineficiencias de costos a escala en la nube. Lo he visto yo mismo. La última década nos ha enseñado lecciones importantes sobre las ineficiencias de costos en la nube. Sin embargo, la persistencia de estos problemas sugiere que muchas empresas todavía tienen un largo camino por recorrer para dominar la gestión financiera de la nube. Al invertir en habilidades, aplicar rigurosamente los principios de Finops, aprovechar la automatización, adoptar una gobernanza sólida y realizar auditorías periódicas, las empresas pueden transformar su gasto en la nube de una carga financiera a un activo estratégico.