La huella de carbono se reduce en un 98%. Según Microsoft, el paso a la nube pública supone una reducción masiva del impacto medioambiental de una infraestructura informática. Pero, como indican los CIO que han estudiado el tema, si bien las promesas "verdes" de la nube pública son reales, sufren la falta de transparencia de los principales proveedores. Una constatación que se ve corroborada por un estudio que acaba de publicar la asociación francesa Boavizta, especializada en la evaluación de los impactos medioambientales de las tecnologías digitales, en colaboración con el Crip (Club de responsables de infraestructuras, tecnologías y producción informática).
Realizado con 69 participantes en representación de 61 organizaciones (en su mayoría con más de 5.000 personas), investigación El estudio muestra la tendencia de las empresas francesas a implementar una política multicloud, pero a menudo recurriendo a un proveedor preferente. También confirma que una gran proporción de organizaciones (78%) prevé un crecimiento significativo en su uso de la nube pública (10% o más) en los próximos tres años.
Promesas, pero pocos datos precisos
Un lugar central que reclama un aumento de la madurez en la evaluación del impacto de carbono de estos entornos, pues un 58% de los participantes afirma desconocer la cuota que estos servicios ocupan en la huella de carbono del departamento de TI. Y ello, mientras un 84% de ellos explica haber iniciado un proceso de evaluación del impacto ambiental de los SI. Es decir, la parte de la nube pública de la huella ambiental sigue siendo, a día de hoy, muy oscura.
El apoyo brindado a los proveedores de servicios para calcular el impacto de carbono de sus servicios es insuficiente. Los resultados son incluso muy severos para AWS, Azure u Oracle. Aceptables para Google y OVH.
En este tema en concreto, las empresas se enfrentan a un sector que se alinea con las promesas "verdes", pero es más tacaño con los datos y las metodologías precisas. El 55% de los encuestados considera que la información proporcionada por los proveedores de servicios es insuficiente. Y dos tercios de estos mismos tomadores de decisiones consideran que las promesas de neutralidad de carbono de los proveedores son ilusorias. "La mayoría de los encuestados considera que los compromisos de sus proveedores son insuficientes y, en ocasiones, cercanos al lavado de imagen verde", resume Boavizta.
Un criterio de selección que es esencial
La gran mayoría de las organizaciones afirman tener dificultades para obtener respuestas precisas de AWS o Azure. La situación es aún peor en el caso de IBM, AliCloud, Oracle u Orange. Solo OVH y Google obtienen una satisfacción a medias, ya que alrededor del 25% de los usuarios afirman obtener "los elementos necesarios en calidad y cantidad" de su proveedor. Un importante ámbito de mejora para la industria de la nube, sobre todo porque el 49% de los responsables de la toma de decisiones entrevistados por Boavista considera que el cuadro de indicadores de carbono de los proveedores es un criterio de selección tan importante como las funciones de seguimiento financiero.
Para el 70% de los directivos encuestados, medir la huella de carbono de la nube es una prioridad para controlar el impacto de estos servicios en un contexto de creciente uso. Un objetivo citado con el doble de frecuencia que la reducción de la factura de la nube. Para el 55% de los encuestados, esta evaluación también debería utilizarse para anticipar los cambios regulatorios.
Para lograrlo, los tomadores de decisiones entrevistados (directores de proyecto, líderes tecnológicos, CloudOps, FinOps, representantes de RSC, etc.) piden una estandarización de los métodos de cálculo entre los diferentes proveedores y una mayor transparencia sobre la metodología de estos cálculos.
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