Un tercero. Esta es la parte de las inversiones en TI de las empresas que se desperdician, según un informe de la editorial Flexera. Sobre todo, esta proporción es relativamente similar en todas las categorías de gasto: software de escritorio, software implementado en centros de datos, SaaS y, finalmente, IaaS/Paas. Es sólo unos puntos más alto para las aplicaciones implementadas en la flota de terminales. Además, en todas las categorías de gasto, en aproximadamente uno de cada tres casos, la proporción de residuos ha tendido a aumentar durante el año pasado, mientras que se ha contraído en una cuarta parte de los casos o menos. Excluido el gasto en software de escritorio, donde el 31% de las empresas lograron reducir la proporción de sus gastos innecesarios en comparación con 2022.
En un contexto marcado por la inflación de los costes del software, esta área de gasto innecesario es vista como una vía de optimización por las organizaciones entrevistadas. Mientras que los equipos encargados de la gestión de activos de TI (ITAM), colocados en 4 de cada 10 casos bajo la responsabilidad directa del CIO o CTO, hoy se dedican principalmente al seguimiento de las licencias de software. -premisa, respuestas a las auditorías de los editores y suministro de datos o análisis a los equipos de seguridad, los responsables entrevistados prevén orientarlos hacia nuevas misiones: optimización de los usos en función de los derechos adquiridos por contrato (citado por el 44%), recuperación y reutilización de licencias no utilizadas (41%) y optimización de usos y gastos en IaaS y PaaS (40%). En otras palabras, ¡ahorre!
Priorizar el control del gasto en la nube
El estudio de Flexera destaca además la creciente supervisión del uso de la nube dentro de las empresas. Mediante la creación de un equipo centralizado en la nube, como un centro de competencia en la nube (CCoE). El 73% de las empresas encuestadas tiene una estructura de este tipo, es decir, 4 puntos más que en 2022. Y, en 9 de cada 10 casos, algún miembro del equipo del ITAM participa o contribuye a las actividades de este CCoE. La consecuencia de la progresión de los usos de la nube: los usos de SaaS y el gasto en IaaS y PaaS se consideran las dos áreas prioritarias para los equipos de gestión de activos de software (SAM, Software Asset Management), una de las actividades clave del ITAM. Más de 7 de cada 10 encuestados citan estas dos áreas como prioritarias, mientras que el software de escritorio apenas supera el 40%.
El nivel de ahorro generado por los equipos de gestión de activos de software durante el año pasado: menos de 5 millones de dólares en más del 60% de las empresas encuestadas.
Flexera señala, sin embargo, que las empresas tienen dificultades para implementar ciertas mejores prácticas para gestionar los gastos en la nube. Esto es cierto para SaaS, donde menos de la mitad de las organizaciones rastrean el uso de estos servicios y ajustan los contratos en consecuencia. Y esto también es cierto cuando se trata del gasto en la nube: sólo uno de cada cuatro equipos de ITAM se comunica significativamente con el equipo interno de Finops o con los expertos.
Reutilizar licencias, reducir el mantenimiento
El 16% de las empresas encuestadas por Flexera estiman que han ahorrado más de 10 millones de dólares durante el año pasado gracias a su programa SAM (pero el 33% se conforma con un ahorro decepcionante de menos de 1 millón de dólares). Las tres principales palancas de ahorro son la reutilización de licencias para evitar nuevas inversiones (el 87% de las empresas generaron ahorros gracias a esta práctica), la reducción del mantenimiento del software no utilizado (85%) y una mejor negociación con los proveedores (85%) .
Por el lado del hardware, los equipos de ITAM son los principales responsables de mantener un inventario actualizado de las infraestructuras operadas por TI (servidores, red, etc.), así como de descubrir los terminales que los usuarios conectan a las redes de la empresa. Los directivos entrevistados tienen previsto ampliar estas principales responsabilidades actuales a la planificación del reabastecimiento de materiales, así como a su impacto presupuestario.
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