Juntos somos más fuertes. La asociación France Deeptech parece haber hecho de esta su máxima. Creada oficialmente el 29 de noviembre, esta organización reúne a empresas emergentes de tecnología profunda francesas y europeas para estructurar mejor el ecosistema y apoyar el crecimiento de estas jóvenes empresas. Hasta la fecha, cuenta con 120 miembros -start-ups, fondos de inversión y laboratorios de investigación- que trabajarán en colaboración con las iniciativas públicas de la Secretaría General de Inversiones, así como con ministerios o incluso con la fase 2 de la iniciativa Tibi. Es similar a France Digitale, una asociación fundada en 2012 para promover la tecnología francesa en Francia y Europa, pero con un enfoque más temático, el campo de las tecnologías disruptivas de los laboratorios de investigación.

“Estamos ante una auténtica revolución industrial, con consecuencias tan importantes como las del carbón, la electricidad o Internet. Por tanto, es fundamental que el ecosistema francés, y más aún el europeo, se estructure rápidamente para poder competir con las demás potencias económicas que nos rodean. La calidad de nuestra I+D, el reconocimiento internacional de nuestra experiencia en sectores de excelencia como la energía cuántica o la nuclear, la magnitud de la financiación pública y el dinamismo de las nuevas empresas francesas de tecnología profunda son bazas para lograrlo”, analiza Michel de Lempdes. presidente de France Deeptech y socio director de Omnes Capital.

Índice
  1. Un ecosistema que se está estructurando
  2. 4 grupos de trabajo para impulsar el ecosistema

Un ecosistema que se está estructurando

Entre los 120 miembros de la asociación ya se conocen muchas empresas emergentes. Así, encontramos que Pasqal, basado en la meseta de Saclay, ha desarrollado un sistema cuántico integrado en un gabinete del tamaño de un superordenador (2 mx 3 m). La joven empresa Exotec también es miembro. Este último diseña soluciones robóticas para empresas. Sus enjambres de robots autónomos guiados por algoritmos internos de IA ya han conquistado a Uniqlo, Monoprix, Carrefour y Decathlon. Junto a él, encontramos a Alice & Bo, una empresa que aborda el desarrollo del ordenador cuántico con un enfoque cuanto menos original; aprovecha una propiedad de los estados del gato de Schrödinger para diseñar un qubit capaz de “suprimir de forma nativa uno de los dos tipos principales de error”. Otras start-ups también forman parte de la asociación, entre ellas C12, Cailabs, Iten, Kalray, Nano Corp, Preligens, Quandela –que está desarrollando un ordenador cuántico óptico completo–, así como Qubit Pharmaceuticals, Sekoia.io, Tehtris –especialista en XDR (detección y respuesta extendidas): The Exploration Company, TrustInSoft o incluso Vade Secure.

Además de las start-ups, también están presentes fondos de inversión como 360 Capital, Audacia, Elaia Partners, Innovacom, Jolt Capital, Omnes Capital, Supernova Invest y Tikehau Capital. Por último, cabe señalar que el ecosistema pretende ser lo más completo posible con la presencia de laboratorios de investigación, como el CNRS, el CEA, el Instituto Politécnico de París, el INRAE ​​e incluso la Udice. Bpifrance y BCG también son socios. “Hoy en día, un gran número de investigadores está impulsado por el deseo de trabajar en temas con fuertes impactos sociales o económicos. Para un organismo de investigación como el CNRS, es esencial desempeñar un papel activo en el seno de dicha asociación”, añade Antoine Petit, presidente del CNRS y miembro de France Deeptech.

Michel de Lempdes, socio director de Omnes Capital, asume el cargo de presidente de esta asociación y también se han nombrado cuatro vicepresidentes: Jean-François Morizur, director general de Cailabs, Eléna Poincet, directora general de Tehtris, Régis Saleur, socio director de SuperNova Invest y Jean Schmitt, socio director de Jolt Capital.

4 grupos de trabajo para impulsar el ecosistema

Al mismo tiempo, se crearon cuatro grupos de trabajo temáticos en torno a la financiación de la tecnología profunda, la transferencia de tecnología, la regulación de los seres vivos y la contratación pública. Se estima que las pepitas francesas necesitarían unos 12.000 millones de euros en fondos entre 2024 y 2026. El grupo centrado en la transferencia de tecnología ayudará a que la investigación académica llegue a buen puerto y se amplíe. El tema de la regulación de los seres vivos pretende, por su parte, desarrollar un marco adaptado a las innovaciones que ofrezcan soluciones duraderas a los problemas medioambientales. Finalmente, un grupo centrado en la contratación pública trabajará para promover alianzas entre los sectores público y privado, para impulsar el despliegue de tecnologías estratégicas.

“Al dedicarse prioritariamente a los 4 grandes problemas que enfrentan las empresas emergentes del sector, France Deeptech desea apoyarlas lo mejor posible en sus innovaciones, para llevarlas a la implementación de su trabajo e investigación. La asociación contribuye así directamente al cambio de escala de la deeptech europea”, concluye Georges-Olivier Reymond, presidente y cofundador de Pasqal, miembro de France Deeptech.