Tras despedir al 10% de su plantilla (700 personas) a principios de año, el proveedor especializado en firma electrónica busca recuperar la rentabilidad. Para el cierre de su año fiscal 2023 el 31 de enero, el grupo publicó una pérdida neta por acción de 0,49 dólares en comparación con los 0,36 dólares del año anterior, lo que supuso un crecimiento de ingresos del 19 % hasta los 2.500 millones de dólares. Con motivo de los resultados de su tercer trimestre de 2024, que finalizó el 31 de octubre, Docusign vio que su ingreso neto por acción salió de números rojos a 0,19 dólares, en comparación con una pérdida de 0,15 dólares el año pasado. La facturación aumentó modestamente un 9%, superando ligeramente la marca de 700 millones de dólares. Esta es una noticia sorprendentemente buena, porque el año pasado el grupo vio aumentar este resultado un 19% e incluso un 42% dos años antes.

Es en este contexto financiero tan contrastante que Docusign, según el Wall Street Journalestá trabajando con asesores para considerar la venta del grupo. Este anuncio fue bien recibido por el mercado, lo que provocó que las acciones subieran un 15% a 64,53 dólares después de este artículo. Los fondos de inversión y/o los actores de TI estarían compitiendo por hacerse con el especialista en firmas electrónicas, cuya capitalización de mercado alcanza los 11,44 mil millones de dólares. A pesar de todos sus esfuerzos, las acciones del proveedor han perdido alrededor de dos tercios de su valor en 2022, aunque su capitalización bursátil sigue siendo el doble que en 2018.