“Código abierto, independencia... Tantos elementos que queremos implementar en el servicio que vamos a crear”. Este jueves 1 de junio, en los locales de la Ciudad Internacional Universitaria de París, Florian Delezenne, recién nombrado jefe del departamento Operador de Servicios Interministeriales de la Dinum (Dirección Interministerial Digital), se alegra de los términos que emergen de la nube de palabras que el público invitado por el DSI Estatal al lanzamiento oficial de su hoja de ruta asocia con la noción de soberanía digital.

Si esta hoja de ruta enfatiza la generalización de buenas prácticas en los grandes proyectos estatales o la necesidad de estructurar mejor el sector digital de recursos humanos dentro del Estado, también coloca entre sus principales prioridades la soberanía digital del Estado, a través de inversiones en “herramientas digitales compartidas”. Este es precisamente el papel que está llamado a desempeñar el departamento de Operador de Servicios Interministeriales, con el apoyo de grandes ministerios como el de Educación Nacional. Su directora de Digital para la Educación, Audran Le Baron, recuerda las cuestiones que rodean esta cuestión dentro del 'mamut': “al educar a nuestros hijos, estamos construyendo la soberanía digital del mañana, protegiendo al mismo tiempo sus datos personales. Y, para ser coherentes, brindamos a nuestros agentes herramientas que respetan los mismos principios”. Sin olvidar los aspectos presupuestarios. Porque, como señala Audran Le Baron, si Gafam ofrece sus herramientas a coste cero para la educación, cualquier cambio en esta política de precios tendría un impacto importante en el ministerio, que emplea a 1,2 millones de agentes. “Con las grandes editoriales del sector, algunos actores del sector privado han visto duplicar sus facturas en un año”, continúa el director de Digital para la Educación.

Índice
  1. ¿El apoyo de Cigref, el de Alemania?
  2. “Reinternalizar muchas habilidades, a menudo muy técnicas”
    1. Suite colaborativa: varios hierros en el fuego

¿El apoyo de Cigref, el de Alemania?

Esta elección estratégica impulsó a la Educación Nacional a avanzar con urgencia cuando estalló la crisis del Covid. “En pocos días ofrecimos a los profesores servicios en línea que les permitían impartir clases”, recuerda Audran Le Baron. Sobre todo, la respuesta a esta crisis impulsó a la rue de Grenelle a adoptar un enfoque a más largo plazo, primero contactando a la comunidad Open Source BigBlueButton para mejorar esta solución de videoconferencia y luego lanzándose a la construcción de una suite colaborativa nacional a través de la integración. de diversas herramientas.

Esta iniciativa evidentemente va en la dirección deseada por Dinum, que pretende "partir de experimentos ya lanzados para crear un marco de intercambio entre administraciones, comunidades y actores privados", explica Florian Delezenne, que afirma haber previsto una reunión con Cigref para discutir soluciones hacia las que podrían converger los principales usuarios franceses, ya sean públicos o privados. De hecho, desde hace varios meses, los departamentos informáticos franceses de todos los sectores están preocupados por la inflación de los precios del software ofrecido por las grandes editoriales, principalmente estadounidenses. “La ventaja del Open Source es que podemos involucrar a un gran número de actores en una misma iniciativa”, recuerda el ejecutivo de Dinum. Incluidas las fronteras exteriores. Un mensaje apoyado por Markus Richter, Secretario de Estado de Asuntos Digitales de Alemania, que apareció en vídeo durante la conferencia del 1 de junio: “El código abierto no es la única forma de crear soberanía digital, pero es la mejor. Además, si nos quedamos a nivel nacional, no conseguiremos crear un mercado para estas soluciones”, insiste el representante del Estado federado alemán.

“Reinternalizar muchas habilidades, a menudo muy técnicas”

Si las perspectivas trazadas por Dinum son interesantes -aunque hay que mirarlas con cautela, porque no es la primera vez que se perfila una colaboración franco-alemana en materia de tecnología digital, con resultados por el momento más que desiguales-, sigue siendo encontrar el método adecuado para garantizar el desarrollo de soluciones. “Necesitamos transformar nuestras metodologías, pasar al modo producto y reinternalizar muchas competencias, a menudo muy técnicas”, reconoce Florian Delezenne. Y este último ilustra esta necesidad con el ejemplo de la mensajería instantánea de Tchap State, cuyo desarrollo dependió de un gran número de proveedores de servicios. El resultado: una falta de dinamismo en la evolución que llevó a Tchap a alejarse progresivamente de la filial principal, mantenida por su editor. “Tuvimos que reforzar capacidades para realinearnos”, continúa el directivo de Dinum.

Audran Le Baron apoya esta necesidad de crear un equipo de producto para gestionar el desarrollo de cada una de las llamadas soluciones soberanas. “Hoy estamos convocando a desarrolladores de las academias y contamos con muchos voluntarios. Pero, con el tiempo, este sistema tiene dos límites. En primer lugar, depender de voluntarios, que necesariamente tienen otras misiones, es intrínsecamente frágil. Además, esta fragmentación del equipo no favorece la coherencia general de la oferta”. En resumen, la creación de soluciones soberanas requiere la capacidad de movilizar habilidades de vanguardia en torno a componentes de código abierto, manteniendo al mismo tiempo el ecosistema abierto en torno a estos bienes comunes. Audran Le Baron pide así al sector privado que aproveche la suite colaborativa que se está desarrollando actualmente en su ministerio, considerándola una condición para “mantener esta solución a largo plazo”.