Como todos los operadores ferroviarios, la Deutsche Bahn alemana está haciendo frente al cambio climático con relativa facilidad. La huella de carbono directa del tren, ya sea para el transporte de mercancías o de pasajeros, es suficiente para poner verdes de envidia a la competencia. Según la Ademe, un pasajero emite entre 145 y 285 g de GEI (gases de efecto invernadero) por kilómetro recorrido en avión, entre 100 y 150 g en coche (en Francia) y entre 2,4 g (TGV) y 29,4 g (TER) en tren... La observación es clara.

¿Conclusión? Las compañías ferroviarias quieren poner en funcionamiento más trenes para animar a la población y a las empresas a preferir este medio de transporte. "Para ello, es necesario optimizar la infraestructura ferroviaria, y esto pasa necesariamente por una evolución y una transformación digital", insiste Gualter Barbas Baptista, consultor principal de estrategia y activación de plataformas de DB Systel, filial ESN de Deutsche Bahn, con motivo de la Kubecon 2024 en París. Sin embargo, si no cambiamos nada, el aumento del consumo eléctrico de los centros de datos, la IA y las criptomonedas de aquí a 2026 requerirá, en el mejor de los casos, añadir el equivalente al consumo de Suecia, en el peor de los casos, el de Alemania". Comparaciones extraídas de un estudio de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Para evitar la paradoja de unas TI cada vez más contaminantes y garantizar la descarbonización del transporte, Deutsche Bahn ha identificado las TI verdes como un tema central en 2021, con el apoyo de sus 16 CIO. Esto dio lugar a la creación de la iniciativa de digitalización verde. "Por eso hemos iniciado medidas para apoyar a los CIO en este sentido", añade Gualter Barbas Baptista.

"El primer reto de nuestra estrategia Green IT fue medir la huella de nuestro TI en la nube", afirma Gualter Barbas Baptista, consultor principal de DB Systel, una filial de Deutsche Bahn. (Foto: ED)

La plataforma técnica de la empresa, completamente en la nube, soporta varios dominios de aplicación, contenerizados con Kubernetes: gestión de interfaces entre aplicaciones, automatización por IA y aprendizaje automático, gestión centralizada de datos, IoT, portal para desarrolladores y aplicaciones no-code y low-code. Para reducir la huella de carbono de este SI, incluso en su evolución, fue necesario encontrar un compromiso entre la cantidad de recursos estrictamente necesarios (qué necesidad real y por qué), la eficiencia (cómo minimizar el uso de recursos para producción y uso) y la consistencia (cómo diseñar lo que necesito de manera sostenible). Y detrás de esto, dos desafíos: ¡medir e involucrar a los desarrolladores!

Los desarrolladores, en el centro de la estrategia Green IT

"Estamos completamente en la nube", insiste Gualter Barbas Baptista. "¿Cómo medimos nuestra huella en la nube? Ese fue nuestro primer desafío y, sin embargo, solo encontramos herramientas limitadas en este ámbito". Algunas soluciones, por ejemplo, proporcionan un estado general de las emisiones de IS en AWS y la reducción obtenida por la presencia en la nube. Pero Deutsche Bahn quería informes mucho más detallados y permanentes con el consumo de cada aplicación, una granularidad más fina, actualizaciones en tiempo real, elementos sobre el consumo de energía o incluso la medición de las emisiones antes de la compensación de carbono.

"Más allá de las herramientas de medición, hay un elemento clave para que una estrategia Green IT funcione y no hace falta ser un experto en gestión para detectarlo: los desarrolladores", señala Gualter Barbas Baptista. "Si no los implicamos, si no los incorporamos, si no los equipamos, no podremos implementar una estrategia Green IT". Por ello, el operador ferroviario alemán buscaba herramientas de medición, pero también herramientas para motivar a sus desarrolladores.

Buenas prácticas para la operación sostenible de contenedores

"Tenemos una alta densidad de contenedores", afirma el consultor principal. "Y el uso promedio de CPU de nuestros clústeres compartidos es del 70%. Pero solo el 15% es utilizado por las aplicaciones". Una razón para esto es la suya: "Una vez que está funcionando, ¡a nadie le importa!". Para cambiar las cosas, la empresa alemana decidió confiar en varias funciones del entorno Kubernetes y en las mejores prácticas compartidas en los foros de K8S en Github, y más específicamente Kepler (Exportador de nivel de potencia eficiente basado en Kubernetes).

Deutsche Bahn, por ejemplo, apuesta más por el escalador automático de pods Vertical, que asigna exactamente los recursos necesarios para una operación o aplicación y los ajusta automáticamente si es necesario. También ha sugerido a sus desarrolladores que desactiven determinados pods de Kubernetes por la noche, en lugar de dejarlos activos en su ausencia si no es necesario. La empresa también utiliza la monitorización de Grafana, que supervisa los indicadores generales de utilización de la CPU, la memoria, el sistema de archivos del clúster, pero también las estadísticas individuales de los pods, los contenedores y los servicios del sistema.

“Una de las claves, una vez más, es implicar a los desarrolladores”, insiste Gualter Barbas Baptista. “Eso es lo que hicimos con Kubernetes, pero cuando lanzamos la estrategia de digitalización verde, muchos de ellos también idearon formas y trucos para reducir la huella de carbono de las TI, y trabajaron en ello en su tiempo libre. Y no solo debemos dejar que lo hagan, sino también promover estas iniciativas”.