El descontento entre los proveedores de servicios cloud en Europa crece con las prácticas de Broadcom en VMware. CISPE (Cloud Infrastructure Services Providers in Europe), que agrupa a empresas como AWS, Ecritel, Outscale e Ikoula, ya está en la lucha contra las licencias cloud de Microsoft. Un comunicado de prensaLa organización pide a los reguladores, legisladores y tribunales de toda Europa que revisen rápidamente las acciones del gigante estadounidense. En el centro de esta protesta está la cancelación unilateral de las condiciones de licencia para el software de virtualización esencial. "Los clientes de la nube, incluidos los organismos del sector público, las grandes empresas europeas, las pymes y las empresas emergentes, se ven amenazados por nuevas condiciones contractuales y aumentos de precios flagrantes e injustificados", advierte CISPE.

La asociación pide, como mínimo, una pausa inmediata en las rescisiones de contratos y la posibilidad de que los clientes abandonen el acuerdo plurianual impuesto por Broadcom tan pronto como haya alternativas viables disponibles. Éstas existen (Nutanix, Scale Computing, Cloud Software Group, Proxmox, etc.) y, desde la adquisición de VMware por parte de Broadcom, han surgido muchas informaciones y anuncios que han perturbado a los CIO, operadores de TI y socios. como recordamos en nuestro último archivoSegún estos proveedores, las empresas han aumentado su demanda en los últimos meses y se prevén incluso migraciones. Señalan diversos motivos de queja: aumento de los precios, temor a una degradación del soporte, sin olvidar el cuestionamiento de ciertas herramientas y servicios presentes en el catálogo de la editorial.

Un avance en el programa de socios que es preocupante

Para CISPE, el tiempo parece estar agotándose. Varios de sus miembros han declarado que si no pudieran adquirir licencias y utilizar los productos de VMware, se declararían en quiebra rápidamente y cesarían sus actividades. Algunos han declarado que más del 75% de sus ingresos dependen de las tecnologías de virtualización del editor. "Se han retirado cientos de productos sin previo aviso y las soluciones restantes se han agrupado bajo nuevas condiciones contractuales, sin ningún cambio técnico ni desarrollo de software, lo que tiene el efecto de aumentar injustamente los costes para los clientes", señala la asociación. "Además, los proveedores ni siquiera saben si serán invitados a participar en otros programas de socios de Broadcom. Los que son invitados se sienten presionados a aceptar condiciones de licencia injustas debido a los plazos muy cortos para firmar. Las condiciones incluyen compromisos mínimos que ascienden a decenas de millones de euros en períodos de tres años. Los costes de licencia se han multiplicado por doce (o 1.200%) en algunos casos", observa CISPE.

Sobre este último punto, hay cada vez más motivos para estar preocupados sobre el terreno. Según The Register Cientos de socios VCSP y VCPP no fueron invitados a unirse a su Advantage Partner Program, que requiere una licencia para al menos 3.500 núcleos, que es mucho más de lo que muchos proveedores de la nube tienen en producción. Pero si a estos operadores no se les permite participar en el programa de Broadcom, ya no podrán adquirir licencias VMware. La serpiente se muerde la cola. "Nos dijeron que muchos de ellos se enfrentaban a la perspectiva de no poder seguir ofreciendo servicios basados ​​en VMware, lo que significa que sus clientes podrían verse obligados a realizar un cambio arriesgado, costoso y decididamente no deseado a otro proveedor de la nube que había logrado mantener su lugar en el programa de socios de Broadcom", explica nuestro colega. "La incapacidad de los miembros de VCSP y VCPP de seguir ofreciendo servicios de nube basados ​​en VMware tendría claramente el efecto contrario. Broadcom parece haberse dado cuenta de esto justo a tiempo y, según se informa, está trabajando en un sistema de marca blanca D.