El ciberseguro ha superado un hito difícil y vuelve a sonreír. Tal y como explica un estudio de Amrae, que reúne a profesionales de la gestión de riesgos empresariales (en total más de 1.600 miembros de 750 organizaciones). “Después de un fuerte déficit en 2020, las aseguradoras parecieron querer retirarse del mercado. Finalmente optaron por revisar a fondo sus carteras y endurecer las condiciones de suscripción aumentando las primas, aumentando los deducibles y reduciendo las capacidades (es decir, el límite máximo de garantía, nota del editor)”, escriben los autores. Un mecanismo que primero afectó a las grandes empresas, luego se extendió a las medianas y ahora afecta a las pymes. Con efectos muy concretos: el estudio LUCY (para LUmière sur la CYberassurance) estima que la relación entre compensación y primas ha alcanzado un nivel históricamente bajo, del 22%.

Esta tercera edición del estudio LUCY, que se basa en datos de corredores especializados, se basa en el análisis de 9.672 pólizas de seguro y 177 cibersiniestros notificados. Y pinta el panorama de un mercado muy lucrativo para las aseguradoras: las primas aumentaron un 73% en un año (hasta 315 millones de euros), mientras que los importes de las indemnizaciones se desplomaron un 57% (hasta 71 millones de euros). . Estamos muy lejos del año 2020 (donde se repartieron 217 millones de euros en compensaciones frente a 130 millones de euros en primas) o incluso de 2021, en el que ambas cantidades tendieron a equilibrarse.

Índice
  1. Grandes empresas: por 100 euros pagados, 16 euros de indemnización
  2. (Grandes) empresas mejor preparadas

Grandes empresas: por 100 euros pagados, 16 euros de indemnización

Si nos centramos únicamente en las grandes empresas, LUCY, que estudió 281 contratos en este segmento de empresas que generan más de 1.500 millones de euros de facturación, estima el importe medio de la bonificación anual en 950.000 euros. Si las aseguradoras pagaron una media de 900.000 euros por siniestro indemnizado, solo abrieron la cartera 47 veces durante el año 2022. El resultado: una relación compensación/prima muy baja, del 16%. "Ajustados en cuatro años, los resultados de las grandes empresas son más 'normales': con cerca de 600 millones de euros en primas cobradas por 365 millones de euros en indemnizaciones pagadas, las aseguradoras presentan una relación siniestralidad/primas del 61%", moderan los autores del estudio.

Según los cálculos de Amrae, el importe de las primas cobradas aumenta rápidamente (más del 50% de crecimiento medio anual), mientras que el de las indemnizaciones disminuye desde 2020.

Empresas de todos los tamaños combinados, mientras que el volumen total de primas ha aumentado más del 50% anual desde 2019 (con una aceleración en 2022), la compensación ha caído desde 2020. Para Amrae, este pico en 2020 se debió en gran medida a un aumento en frecuencia, con 86 siniestros indemnizados durante el año, lo que refleja la importancia de los siniestros. “Cuatro de ellos ascendieron a 131 millones de euros en concepto de indemnización (es decir, una media cercana a los 33 millones de euros por reclamación). A estas cuatro reclamaciones XXL se añadieron 6 reclamaciones XL, indemnizadas por un importe total de 49,40 millones de euros (es decir, 8,20 millones de euros por reclamación)”, recuerdan los autores. Sin embargo, según este criterio, el año 2022 fue bastante tranquilo, con una única catástrofe XXL (compensada con 15 millones de euros) y cuatro grandes catástrofes que dieron lugar a una indemnización media de 2,3 millones de euros.

(Grandes) empresas mejor preparadas

¿Deberíamos ver esto como resultado de una mejor preparación para las crisis cibernéticas dentro de las grandes empresas? Los autores no comentan categóricamente. En cualquier caso, podemos observar que la siniestralidad también está cayendo en las medianas empresas (de 50 millones de euros a 1.500 millones de euros de facturación), con 72 indemnizaciones en 2022 frente a las 110 del año anterior y un importe total pagado por las aseguradoras en rechazar. en casi un 70%.

Para Mylène Jarossay, CISO de LVMH, la caída del número de siniestros constatada por el estudio LUCY coincide con los resultados del último barómetro Cesin que ella preside. El estudio de este club de CISO de grandes organizaciones también muestra una caída en el porcentaje de empresas que han sufrido al menos un ataque importante: del 71% en 2020, aumentó al 54% en 2021 y al 45% en 2022. “Pero eso no Eso no significa que la amenaza esté disminuyendo. En realidad, lo que avanza es la defensa: muchos ataques son bloqueados o contenidos antes de haber producido daños importantes”, explica Mylène Jarossay. Cabe señalar que el fenómeno aún no se extiende a las pequeñas empresas, para las cuales el importe global de la compensación se ha multiplicado por dos entre 2021 y 2022. Amrae también espera que las aseguradoras aumenten significativamente sus primas en este mercado, en consonancia con el fenómeno que las organizaciones más grandes ya han experimentado en los últimos años.