A principios de este mes, El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que el estado produciría su propia insulina en un esfuerzo por combatir el aumento de los precios. “Nada personifica mejor las fallas del mercado que el costo de la insulina”, dijo en un vídeo del 7 de julio publicado en Twitter. “La gente no debería endeudarse para obtener medicamentos que salvan vidas”.
Hay más de 30 millones de estadounidenses con diabetes, y alrededor de 8 millones de ellos toman insulina, una hormona, para regular el azúcar en la sangre. Los estadounidenses que no tienen seguro o aquellos que tienen planes de salud con deducibles altos pueden pagar cientos de dólares al mes por la insulina. En un estudio de 2019, alrededor de uno de cada cuatro usuarios informó que tuvo que omitir dosis o usar menos de lo recetado debido al costo.
Según el plan de Newsom, California produciría insulinas similares a las versiones de marca actualmente disponibles, conocidas como biosimilares. Los funcionarios estatales no han establecido objetivos de costos exactos, pero Alex Stack, subdirector de comunicaciones de la oficina del gobernador, dice que los pacientes pueden esperar pagar entre un 47 y un 95 por ciento menos de lo que pagan actualmente. (Los ahorros dependerán del estado del seguro de la persona). “Si podemos hacerlo, no hay razón para que otros no puedan y aun así ganen dinero”, dice Stack.
El plan reservaría $100 millones del presupuesto estatal de $308 mil millones para el esfuerzo. Inicialmente, California gastará $50 millones para adquirir insulina de un socio fabricante para lanzar un producto al mercado lo más rápido posible. Stack espera que eso suceda a principios de 2024. Eventualmente, el estado gastará otros $50 millones para construir una planta de fabricación en California que creará lo que Newsom llama una "cadena de suministro más fuerte".
El esfuerzo de California no es el único destinado a reducir el costo de la insulina. Civica, una compañía farmacéutica sin fines de lucro con sede en Utah, anunció en marzo que fabricaría y distribuiría su propia insulina a bajo costo. La compañía planea fabricar versiones biosimilares de las tres insulinas que representan la mayor parte del uso diario en los Estados Unidos (Lantus, Humalog y Novolog) tanto en viales como en plumas. Civica está construyendo una instalación de $140 millones en Virginia, donde fabricará la insulina, entre otros medicamentos.
Civica tiene la intención de limitar sus precios a $30 por un vial y $55 por una caja de cinco cartuchos de pluma. (El tiempo que esto puede durar una persona depende de factores como su peso, dieta y si tiene diabetes tipo 1 o tipo 2). “Nuestro precio se basa en lo que cuesta fabricar y distribuir el producto, más un pequeño margen que hace que la producción sea sostenible”, dice Allan Coukell, vicepresidente senior de políticas públicas de Civica.
Coukell dice que Civica hará que su insulina esté ampliamente disponible en las farmacias de los EE. UU., incluidas las tiendas en línea. “Lo haremos disponible en cualquier farmacia que desee comprarlo y cumpla con nuestra política de precios, que consiste en no aumentar demasiado antes de que llegue al paciente”, dice Coukell.
Puede llevar de siete a ocho años y de $100 a $250 millones desarrollar un biosimilar, pero California y Civica están acortando ese plazo al asociarse con fabricantes que ya están en el proceso de fabricar su propia insulina. California no ha elegido un fabricante, pero Civica se ha asociado con una empresa de biotecnología en la India que ha desarrollado la tecnología para fabricar insulina biosimilar. Civica también apunta a tener su primer producto de insulina en el mercado en 2024.
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