Después de varios supuestos actos de sabotaje en cables submarinos en Europa, la Comisión Europea planea proteger mejor su infraestructura marítima. La Autoridad de Bruselas presentó un conjunto de medidas en Helsinki, Finlandia, para acelerar las reparaciones, mejorar la vigilancia y fortalecer la cooperación con el sector privado. Concretamente, se planifica notablemente constituir una reserva de múltiples barcos de cable especializados y aumentar las capacidades de los barcos de reparación de la UE existentes. Además, se prevé una red de sensores submarinos y un programa de vigilancia de drones para detectar cualquier sabotaje más rápidamente. La cooperación con la OTAN también debe reforzarse.

" El número de incidentes que han ocurrido en los últimos meses en nuestra infraestructura submarina crítica es muy preocupante ", dijo el comisionado europeo Henna Virkkunen durante una visita a Helsinki. Estos incidentes interrumpen los servicios vitales, como la transmisión de electricidad. Los planes de la Comisión están involucrados en un contexto de preocupaciones de seguridad persistentes. El viernes 21 de febrero, se reveló que un cable podría haber sido dañado en el Mar Báltico nuevamente. La Guardia Costera sueca confirmó a la Agencia DPA que se había abierto una investigación sobre un supuesto desglose del cable cerca de la isla de Gotland. Sería, como en dos incidentes anteriores a fines de 2024, un cable que conecta Finlandia y Alemania.

Sospecha de sabotaje y tensiones geopolíticas

En los últimos meses, se ha observado regularmente daños en cables de comunicación y mares eléctricos en el Mar Báltico. En varios casos, se han abierto encuestas por sospecha de sabotaje, sin la causa exacta de que se establezcan claramente los descansos de cables. Sin embargo, se sospecha que los barcos que pasan los han dañado, intencionalmente o no, con sus anclajes. Como parte de las encuestas, se conservaron barcos sospechosos durante varios días antes de ser liberados.

Rusia está particularmente bajo el centro de atención, sospechoso de estar involucrado en al menos algunos de estos incidentes con su llamada "flota fantasma". Estos son petroleros y otros cargos con estructuras de propiedades opacas, utilizadas por el Kremlin para evitar las sanciones vinculadas a su guerra de agresión contra Ucrania, especialmente en el transporte del petróleo. La UE ha impuesto sanciones a docenas de estos barcos, pero su número real podría ser mucho más alto.