¿Un proyecto tomado demasiado a la ligera al principio? Esa es la imagen que transmitieron los debates celebrados durante la jornada de la factura electrónica 2024 el 7 de marzo. Recordemos que la reforma de la facturación electrónica, que afecta a más de 4 millones de empresas en Francia (incluidos los autónomos), se ha retrasado dos años, con una fecha límite principal aplazada hasta el 1 de septiembre de 2026. Esto se debe en particular a los retrasos en un proyecto de Bercy que parece ser la piedra angular del sistema: el Portal Público de Facturación (PPF), desarrollado por una agencia dependiente del Ministerio de Finanzas, la AIFE (Agence pour l'Informatique Financière de l'État).

De hecho, el desarrollo de este portal se ha topado con la complejidad de la reforma. En primer lugar, tiene dos componentes: el intercambio de facturas electrónicas -que incluyen un conjunto de datos estructurados- entre los contribuyentes del IVA (o facturación electrónica) y la transmisión automática de los datos de las transacciones a las autoridades fiscales (o declaración electrónica). "Y estas facturas deben circular a través de una red de plataformas de intercambio, capaces de seguir el estado de las facturas a lo largo de su ciclo de vida", señala Cyrille Sautereau, presidente del FNFE (Foro Nacional de la Factura Electrónica), que organizó esta jornada de debates que reunió a unas 1.400 personas en la Bolsa de París. En resumen, se trata de un sistema complejo, con procesos de tratamiento de facturas diferentes de una empresa a otra y que requiere la participación de una cincuentena de Plataformas de Desmaterialización Asociadas (PDP), soluciones privadas llamadas a conectarse a la PPF para gestionar los flujos de facturas electrónicas de las empresas y varios centenares de editores especializados.

Una nueva gestión de proyectos en AIFE

En el corazón del sistema, el PPF desempeña una triple función: la de directorio de sujetos pasivos, la de plataforma de facturación electrónica como mínimo y la de concentrador de datos para la administración fiscal. La inestabilidad de este proyecto, que pretendía avanzar mientras aún faltaban por concretar las especificaciones funcionales, ha provocado lógicamente el aplazamiento indefinido de la reforma de Bercy. "Este retraso no será demasiado grande", señala Emmanuelle Levieils, responsable del proyecto de facturación electrónica en la DGFiP (Dirección General de Finanzas Públicas). Para reactivar el proyecto PPF, la AIFE ha visto llegar en diciembre pasado a la AIFE un nuevo responsable de programa, dirigido por Stéphane Eustache, un habitual de los grandes proyectos gubernamentales, que ha participado en particular en la puesta en marcha de la DSN (Declaración Social Nominativa) o de Portailpro.gouv.fr (gestión de los procedimientos fiscales, aduaneros y sociales).


El futuro mecanismo de facturación electrónica que desmaterializa la relación entre clientes y proveedores. Diagrama en forma de Y que otorga un papel central al futuro Portal Público de Facturación (PPF). (Crédito: AIFE)

"Debemos considerar el año 2026 como el punto final de la reforma. Nos anticipamos a ello, con un calendario y un marco jurídico claros", explica el nuevo director del programa. "El objetivo es estabilizar la plataforma técnica (PPF, ndlr), en torno a los 35 casos de uso identificados y garantizar el funcionamiento industrial, con altos niveles de rendimiento y disponibilidad. Podemos cumplir con el calendario de fabricación de la PPF, al tiempo que fijamos etapas intermedias en las que estamos trabajando con las empresas".

El directorio del PPF a partir del año 2024

En otras palabras, la AIFE intenta tranquilizar a la población sobre la fecha límite, pero también sobre el camino que lleva hasta ella, una petición de las empresas desde hace muchos meses. Así, en el podio del Palacio Brogniart, Arnaud Obled, director adjunto del programa, desertor de la DGFiP que también llegó a la AIFE el pasado mes de diciembre, proporcionó las primeras informaciones sobre el calendario que lleva hasta la fatídica fecha. Con el objetivo de entregar antes de finales de este año -e incluso antes de mediados de diciembre- el directorio de empresas, piedra angular del PPF, "en una versión utilizable y visible para todos, que permitirá verificar la capacidad de las PDP para utilizar este componente". Precedida por una fase piloto, esta etapa debería permitir, a través de las PDP, la creación de una cuenta, la consulta de los datos del directorio y, en caso necesario, su modificación.

"El paso intermedio antes de este lanzamiento de producción consiste en cristalizar la norma, es decir, las especificaciones externas del PPF garantizadas durante un período de tiempo suficientemente largo para asegurar el trabajo de adaptación dentro de las empresas", continúa Arnaud Obled. "Estamos trabajando en ello con las empresas, en talleres de co-construcción con el objetivo de publicar esta norma ya en la primavera de 2024". Será también en esta fecha límite cuando se publique el calendario definitivo de las distintas etapas de implementación del PPF, según la AIFE.

"El directorio marcará el ritmo de las siguientes etapas", explica Stéphane Eustache. "En particular, el gran piloto funcional que precederá a la implementación de la reforma, que estará precedido por una fase de certificación PDP". Porque, como indica Cyrille Sautereau, el objetivo es evitar que el 1 de septiembre de 2026 sea un Big Bang, lo que inevitablemente traería dificultades, debido a los volúmenes de transacciones en cuestión y a la existencia de múltiples casos particulares. "Las facturas deben poder seguir los flujos previstos por la reforma antes de esta fecha límite, para que las empresas puedan adquirir experiencia", afirma el presidente de la FNFE, que aspira a que los primeros lanzamientos de producción se realicen a finales de 2024 y a lo largo de 2025.