El Ayuntamiento de Barcelona ha llevado a cabo una transformación digital integral de sus servicios, basada en numerosas iniciativas tecnológicas, que le valieron ser finalista en los CIO 100 Awards España 2023, el pasado mes de diciembre. El artífice de esta estrategia, el CIO Nacho Santillana Montiel, ha desplegado una serie de proyectos informáticos orientados al funcionamiento diario del consistorio, pero al servicio de los ciudadanos de la capital catalana. “Nuestra transformación digital destaca por el compromiso social que lleva implícita”, afirma el CIO. “Hemos abordado problemas cercanos a la vida cotidiana de los vecinos, como la soledad de las personas mayores, por ejemplo. Para nosotros, la ética y la responsabilidad social son elementos fundamentales en la toma de decisiones y la implantación de nuevas soluciones tecnológicas”.

La inteligencia artificial es, como era de esperar, una de las tecnologías emergentes que Barcelona ha decidido implantar en todos sus servicios municipales. El Ayuntamiento explica que ha puesto en marcha metodologías de trabajo y protocolos de despliegue para garantizar que su uso cumple con los estándares legales, éticos y técnicos. La ciudad incluso ha creado un registro público de algoritmos y un comité asesor externo para realizar estudios de impacto de los algoritmos.

Una oficina de datos municipal

El Ayuntamiento de Cataluña creó el año pasado también una Oficina Municipal de Datos, encargada de la gestión, calidad, gobernanza, análisis y difusión de los datos del municipio y de sus entidades asociadas. Este servicio también organiza y planifica la investigación sociológica a partir de estos datos y gestiona las encuestas de opinión pública, la producción estadística y el análisis socioeconómico de la ciudad. Una forma de publicar datos sobre nuevos servicios y usos con mucha frecuencia y de desarrollar políticas públicas basadas en la evidencia. La Oficina Municipal de Datos también alberga todas las aplicaciones derivadas de la plataforma CityOS, el principal repositorio de datos de la comunidad.

Barcelona también ha creado su propio gemelo digital para cumplir con los requisitos de la “ciudad de los 15 minutos”, un concepto que describe los municipios en los que los servicios, equipamientos y equipamientos públicos, como estaciones de metro, puntos de recarga eléctrica, estaciones de autobús, centros sanitarios o zonas verdes, se encuentran a 15 minutos a pie de cualquier punto de la ciudad. El proyecto de Barcelona es la primera fase de una colaboración con el Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) que, con el apoyo del Instituto Municipal de Informática (IMI) y la Región de Barcelona, ​​ha permitido simular y, por tanto, predecir el impacto de determinados proyectos o políticas públicas.

“Nuestra transformación digital destaca por el compromiso social que conlleva. La ética y la responsabilidad social son elementos fundamentales en la toma de decisiones y la implantación de nuevas soluciones tecnológicas”, afirma Nacho Santillana Montiel, CIO del Ayuntamiento de Barcelona. (Foto Ayuntamiento de Barcelona)

El Ayuntamiento catalán ha desplegado chatbots para combatir la soledad de personas mayores y discapacitadas, así como soluciones para el pago de multas e impuestos a través del sistema Bizum, muy extendido en toda España. Ha digitalizado el servicio del cementerio municipal, ha desarrollado un sistema de monitorización en tiempo real de los parques infantiles y ha puesto un chatbot a disposición de los visitantes de su zoo con necesidades especiales.

Fruto de estos numerosos proyectos centrados en la inclusión y los derechos digitales, la promoción de la innovación urbana y el uso de los datos como bien público, Barcelona ha obtenido durante los dos últimos años la presidencia del foro de la sociedad del conocimiento Eurocities, donde ha contribuido a incrementar el impacto de las ciudades en iniciativas legislativas europeas, como la Ley de Servicios Digitales, la Ley de Datos o la Ley de IA.

Necesidades tomadas en cuenta desde el principio

Para Nacho Santillana Montiel, la transformación digital del municipio destaca especialmente por su enfoque holístico. Su voluntad de facilitar el acceso a los servicios municipales a todos los ciudadanos, en toda su diversidad. Pero sobre todo, a diferencia de muchos proyectos de ciudades inteligentes fallidos, garantiza que se adapte a las necesidades cambiantes de los ciudadanos de Barcelona y a la evolución del entorno tecnológico. “La flexibilidad en la implementación permite realizar ajustes continuos para garantizar la relevancia y la eficiencia a lo largo del tiempo”, añade Nacho Santillana Montiel.

“Todos estos aspectos hacen que los proyectos sean únicos, porque apuntan no solo a la eficiencia de la gestión municipal, sino también a mejorar significativamente la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. Esto se traduce en un especial compromiso con la ética, la inclusión y la innovación social”. Para el CIO, las claves del éxito del proyecto residen, entre otras cosas, en tener en cuenta las necesidades y experiencias de los usuarios desde el inicio del proceso, priorizar la seguridad y confidencialidad de la información y tener en cuenta la necesidad de una fase de adaptación a las nuevas tecnologías. De ahí la vital importancia de la formación y el acompañamiento a empleados y ciudadanos.