Todavía no es una norma propiamente dicha, pero sí un primer paso hacia una forma de normalización. Bajo el impulso de la Unión Francesa de Profesionales del No Code (SFPN, creada en 2021), Afnor, el organismo de normalización francés, acaba de publicar un primer documento de referencia sobre buenas prácticas para proyectos low/no code. En el lenguaje de Afnor, hablamos de Spec, "un anticipo" de una norma, según la organización. Su objetivo es "apoyar a los actores innovadores que no están familiarizados con la normalización en temas inmaduros y que desean describir buenas prácticas para compartirlas con otros". Este es precisamente el objetivo de Afnor Spec 2312 (disponible gratuitamente). Para descargarTras recibir información por correo electrónico, es el resultado de aproximadamente 6 meses de trabajo. "Nuestro objetivo es dirigirnos principalmente a los no expertos en este tema", subraya Hélène Xu, responsable de proyectos de normalización en Afnor, que dirigió la redacción de la especificación 2312.
Este documento de 46 páginas, estructurado en torno a 5 temas, pretende definir los conceptos clave asociados a estos enfoques de desarrollo, los objetivos de estos proyectos, las mejores prácticas que se deben implementar, las metodologías asociadas, la lógica de integración con los sistemas de información, pero también los riesgos de estos enfoques. En resumen, una visión general para aquellos que quieran embarcarse en sus primeros proyectos low-code y no-code. "Este tipo de enfoque es una oportunidad para compensar la falta de competencias informáticas", subraya Sylvie Roche, directora general de CRIP, una asociación que reúne a los administradores de infraestructuras y a los CTO, asociados a la redacción de la especificación. "Pero a condición de que estemos atentos a la gobernanza -para evitar el desarrollo de Shadow IT- o a la seguridad de las aplicaciones así creadas".
Soporte para desarrolladores de productos
"Hemos tenido cuidado de no elaborar un documento que quedara inmediatamente obsoleto", subraya Éric Monnoyer, miembro de la SFPN que dirigió el proyecto Afnor Spec en el seno de esta joven unión que reúne a una cincuentena de miembros. "Por ejemplo, no distinguimos entre no code y low code, porque con GenAI, diferenciarlos es cada vez más difícil". Para Éric Monnoyer, el Spec se dirige a los desarrolladores profesionales (para ganar en productividad), así como a los desarrolladores ciudadanos en el ejercicio de la profesión y a los constructores de productos. Una nueva categoría profesional especializada en el desarrollo Low code y No code, reconocida como profesión emergente por France Compétences a finales de 2023 y "que se beneficia de un programa nacional financiado por France Travail", subraya el experto.
Éric Monnoyer no oculta, sin embargo, los avances que el sector aún debe realizar, en particular en materia de interoperabilidad, "un campo de estudio para futuros proyectos de normalización", o de reversibilidad. La mayor parte de la oferta se concentra actualmente en soluciones propietarias, con un método de licencias clásico. ¿Un freno al desarrollo del mercado? "Si aplicamos las previsiones de Gartner a Francia, deberíamos acercarnos a los mil millones de dólares de ventas de software en 2026, o entre dos y cinco mil millones de servicios. Aún estamos muy, muy lejos de eso", reconoce el hombre que dirigió el proyecto Spec 2312 para la SFPN.
“Primer documento de referencia nacional e incluso mundial”
Afnor Spec 2312 es un simple compendio de buenas prácticas, sin las limitaciones asociadas a una norma, pero constituye, en opinión de Afnor, un primer paso hacia la normalización. "El objetivo de este trabajo es apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías creando un marco de confianza", subraya Julie Latawiec, responsable de desarrollo e innovación en la organización. "Es el primer documento de referencia nacional e incluso mundial sobre el tema, pero también es un primer paso hacia la normalización, ya que queremos proponer este documento como base de trabajo para una futura norma ISO". La cosa es distinta, ya que la definición de una norma internacional requiere primero la aceptación del documento presentado por Francia por un número mínimo de países antes de iniciar un largo proceso de debates y mejoras que puede durar dos o tres años. "El nivel de exigencias aumentará considerablemente", advierte Julie Latawiec.
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