Si la mayoría de los empleados franceses están apegados a sus vacaciones de verano, muchos en realidad están incapaz de desconectarse durante su licencia. Esta es la principal conclusión de un estudio realizado por Opinionway por encargo de Factorial, editor de software de gestión de recursos humanos. Esta encuesta, realizada en julio de 2023, se realizó entre 1.027 trabajadores de oficina, de una muestra representativa de 1.546 empleados franceses de 18 años o más. Esta muestra también se constituyó mediante el método de cuotas, teniendo en cuenta los criterios de sexo, edad y categorías socioprofesionales, área urbana y región de residencia. Los resultados son claros: aunque el derecho a desconectarse Como lo establece la legislación francesa, casi la mitad de los empleados (47%) no pueden evitar consultar su correo electrónico durante sus vacaciones anuales. Esta tendencia es aún más fuerte entre los ejecutivos. De hecho, una de cada dos personas encuestadas admite que no puede evitar controlar la actividad en la oficina.
Aunque este comportamiento es un poco menos marcado entre los empleados no directivos (44%), este sentimiento refleja una preocupación persistente y una negativa, consciente o no, a desconectarse verdaderamente. Peor aún, algunos llegan incluso a sentirse culpables por irse de vacaciones (21%, o 1 de cada 5), sobre todo porque tienen la sensación de que la carga de trabajo sigue siendo importante a pesar del período. Aunque los empleados franceses están apegados a sus vacaciones, la digitalización de las actividades profesionales (mediante el teletrabajo o incluso el acceso remoto a herramientas profesionales) parece haber acentuado su adicción.
El derecho a la desconexión despierta sentimientos encontrados entre los franceses. (Fuente: Factorial/Opinionway. Crédito de la imagen: Factorial/Opinionway)
Una tendencia acentuada por otros sistemas de flexibilidad
Este fenómeno ha cobrado impulso recientemente con el desarrollo de prácticas que permiten prolongar las vacaciones mediante el teletrabajo en el lugar de vacaciones. Llamado “tracance” (por la combinación de las palabras trabajo y vacaciones) o “workation”, este sistema surgido tras la pandemia de Covid-19 ya ha convencido a un buen número de trabajadores. De hecho, el 27% de los encuestados, incluido el 38% de los ejecutivos, ya lo han utilizado. Tenga en cuenta que las generaciones Y y Z (menores de 35 años y, a veces, padres jóvenes) son las que más lo favorecen. Sin embargo, esta tendencia parece suscitar sentimientos contradictorios: la mayoría de los franceses se declaran muy apegados a la noción de desconexión: el 79% de los encuestados afirma que el teletrabajo desde su lugar de vacaciones es incompatible con la idea que tienen de unas verdaderas vacaciones.
Marian Pumir de Louvigny, senior product manager de Factorial, cree que, a la vista de estos resultados, se debería animar a las empresas a revisar sus políticas de recursos humanos. Para ella, estos datos ponen de relieve claramente el dilema al que se enfrentan los empleados. “Las vacaciones son mucho más que un descanso, son una oportunidad crucial para recargar pilas, cultivar la creatividad y encontrar el equilibrio entre la vida profesional y personal”, asegura el directivo en una nota de prensa.
Formas de actuar a favor de la desconexión
Dejar ir el negocio es fundamental, considera además el portavoz de Factorial. Uno de los objetivos de las bajas es aliviar la carga mental, reducir el estrés y limitar el riesgo de agotamiento que puede pesar sobre los empleados. Sensibilizar sobre la desconexión a través de directivas claras, formación o campañas de comunicación es una de las vías recomendadas. El uso de software de gestión del tiempo también puede influir en la organización de la rotación de las bajas de los empleados, optimizando los tiempos de desconexión y midiendo su eficacia. Por último, una gestión que dé ejemplo y aliente a los empleados a “recortar” puede ser igualmente fructífera.
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