Palanca número 1: el desempeño en el centro de los intereses de transformación
Todo empresario quiere mejorar su rendimiento, tanto en interés de sus empleados como también con el objetivo de la sostenibilidad. Por tanto, la primera palanca a activar es la estrategia de la empresa.. Por tanto, cualquier gasto vinculado a un proyecto de transformación debe estar alineado con una estrategia revisada desde el ángulo de la evolución de su modelo económico. Incrementar la experiencia del cliente, agilizar sus procesos y automatizarlos, o romper una organización aislada, sólo puede tener sentido con el objetivo de ofrecer servicios innovadores, idealmente aportando nuevos ingresos recurrentes a la empresa... o simplemente no perder ninguno en un mercado cada vez más competitivo. . El fenómeno de la llamada “uberización” de las empresas no puede limitarse a las grandes empresas o a los nuevos participantes en un mercado: debe estar en el centro –cualesquiera que sean las actividades– del pensamiento estratégico.
Esta estrategia, una vez revisada y planificada, provocará cambios estructurales tanto a nivel interno como en las relaciones con su ecosistema. Es por eso que el directivo de la PYME dependerá principalmente de sus compañeros para llevar a cabo esta transformación.
Palanca número 2: Las personas, factor clave en el éxito de la transformación
La persona central es el directivo, a menudo el líder carismático de su empresa, que tendrá que ser el motor de los cambios que se avecinan. Una misión muy delicada de llevar a cabo, porque será necesario desarrollar una organización de recursos humanos (tengamos en cuenta que las funciones están evolucionando hacia "Data XXX Officers" en sustitución de nuestro "Chief YYY Officer" y de nuestro histórico Director XXX), explique las oportunidades vinculadas a lo digital (aumento de la productividad, análisis de datos en tiempo real, anticipación, IA , etc.), crear nuevos puestos o, muy a menudo, contratar nuevas personas para misiones multifuncionales en la empresa. Cabe señalar que muchas veces en las Pymes no existe realmente un Director de TI, lo que pone de relieve la dificultad del tema.
Será necesario cuidar la comunicación y la pedagogía porque no olvidemos el viejo dicho de que todo el mundo odia el cambio. Atraer nuevo talento también será más fácil en un contexto de transformación y modernización.
¿Y qué pasa con TI en todo esto?
Palanca número 3: Centralización e intercambio de datos
Las PYMES a menudo tienen organizaciones aisladas y, como era de esperar, la TI se ha adaptado a la organización, en el sentido de que cada departamento ha podido adoptar su herramienta de TI, o incluso utilizar el siempre presente Excel en su ausencia. Estamos muy lejos del día a día de las medianas y grandes empresas que llevan mucho tiempo inmersas en enfoques ágiles, y han podido contar con enfoques como el IOT, la IA generativa o la explotación optimizada de los datos mediante la creación de aplicaciones innovadoras.
Evidentemente, ofrecer servicios innovadores, mejorar la experiencia de sus clientes, agilizar sus procesos o simplemente modernizar su herramienta de producción sólo se puede lograr mediante un acceso rápido a la información compartida con toda la empresa. Parece sensato disponer de herramientas modernas, accesibles desde cualquier medio, desde cualquier lugar y fácilmente adaptables para seguir la evolución del mercado. En este sentido, la provisión de soluciones accesibles en la nube y fácilmente integradas con herramientas externas, particularmente a través de API, es una oportunidad que las pymes deben aprovechar. Históricamente estas herramientas tenían una fuerte barrera presupuestaria, lo que ya no es así. Así, según IDC, el 75% de los directivos de pymes han tomado conciencia de la necesidad de este tipo de herramientas para transformarse.
Invertir: no hay opción
Al leer estas 3 palancas, el directivo puede ver el camino a seguir y, en particular, las dificultades para recorrerlo.
Queda un punto importante: el presupuesto que se le dedicará. Históricamente, el porcentaje dedicado a este tipo de proyectos (en comparación con un presupuesto de TI) siempre se ha reducido al mínimo. Ciertamente, la colaboración y la ciberseguridad han obligado a invertir, pero hay que tener una conciencia real sobre la inversión que se debe dedicar a la transformación digital, porque esto es bastante contrario al ADN de las PYME en lo que respecta a los aspectos económicos.
Invertir ahora significa anticiparse a su mercado (ser innovador y ofrecer nuevos servicios), las expectativas de los clientes (y la experiencia del cliente asociada), pero también mejorar el rendimiento para fortalecer su sostenibilidad. ¡Yapluka y Yakafokon!
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